1979 – BMW M1 Grupo 4 de Andy Warhol (EEUU)
Andy Warhol, máximo referente por entonces del denominado “Pop Art”, fue el cuarto artista al que convenció Hervé Poulain para realizar una nueva obra de la colección BMW Art Car. A Warhol, la propuesta de pintar un coche le resultó algo “normal”. No en vano, su estudio de Nueva York era conocido como “La fábrica” y parte de su fama le venía principalmente por haber retratado algo tan industrial como las latas “Campbell´s” de sopa de tomate.
Cuando Poulain le envió la maqueta a escala de un BMW 320i Gr. 5 para que realizara el diseño, Warhol se lo devolvió pintado completamente en negro, incluidas las ventanas, en las que había representado unas flores de color malva. La sorpresa de Poulain fue mayúscula puesto que correr Le Mans en un coche con las ventanas pintadas, sería materialmente imposible. Tampoco les gustó nada a los responsables de BMW un coche tan “negro” y deslucido así que Poulain convenció a Warhol de que dicho diseño tenía poco que ver con el ambiente de color y fiesta que se respiraba en las 24 Horas.
Entre tanto, en la marca alemana decidieron promocionar el primer producto “M” con el que habían deslumbrado sólo unos meses antes en el Salón del Automóvil de París (1978), así que el coche elegido para correr y pintar sería finalmente el nuevo BMW M1 con especificaciones de Grupo 4.
Warhol aceptó el reto de darle pleno “color” a su nueva obra pero insistió en viajar expresamente hasta Munich para pintarlo con sus propias manos. Los tres artistas anteriores (Calder, Stella y Lichtenstein) habían creado sus diseños sobre maquetas a escala 1/5 y los técnicos se encargaron de reproducirlos fielmente sobre el coche real.
De esta forma, el creador norteamericano partió sobre la base de una carrocería completamente blanca y fue el primer artista que trabajó sobre el coche a gran escala. Con la simple asistencia de un par de ayudantes y la referencia visual de una pequeña maqueta a escala 1/10 en la que había ya plasmado un boceto del diseño, Warhol fue llenando de color la carrocería, combinando una maestra ejecución de vigorosos movimientos de brocha con delicados trazos de pincel y marcas sobre la pintura realizadas con sus propias manos. Tras finalizar su creación, Warhol declaraba que “había tratado de representar la sensación de velocidad. Si un coche se está moviendo realmente rápido, todas las líneas y los colores se difuminan”.
Desde que aplicó la primera pincelada hasta que firmó con su dedo en el paragolpes trasero pasaron tan solo 23 minutos. Al acabar la tarea le preguntaron si había quedado contento con el resultado y Warhol volvió a sorprender con su respuesta: “me encanta el coche, es mejor que la propia obra de arte en sí”.
Y llegó el momento de “echarlo a correr”, de poner la obra de Warhol en movimiento en las 24 Horas de Le Mans de 1979 (con el nº 76). La expectación creada fue absoluta y el BMW M1 Grupo 4 voló por las rectas de Hunaudières a más de 300 km/h, pilotado por el alemán Manfred Winkelhock y los pilotos franceses Hervé Poulain y Marcel Mignot. El buen ritmo mantenido al volante, la velocidad del coche y su extraordinaria fiabilidad les permitió pasar la línea de meta en una meritoria sexta posición general, obteniendo también el segundo escalón del podio en su categoría. El BMW M1 Gr. 4 de Andy Warhol no volvió a competir nunca más de forma oficial.
Seis cilindros en línea
Atmosférico
4 válvulas por cilindro
Doble árbol de levas en cabeza
Cilindrada: 3.500 cm3
Potencia: 470 CV a 9.000 rpm
Par: 390 Nm a 7.000 rpm
Cambio manual, ZF de 5 marchas
Velocidad máxima: 307 km/h
Peso: 1.020 kg
Largo: 4.360 mm
Ancho: 1.824 mm
Alto: 1.140 mm