300 CV en el motor 2.0 TFSI
Audi ha realizado una profunda remodelación de su motor 2.0 TFSI de cuatro cilindros en línea, del que dicen conservar tan solo la misma cilindrada (1.984 cm3). El principal cambio ha sido la adición de la inyección indirecta en combinación con la inyección directa de gasolina, la primera actuando en los momentos de carga parcial y la inyección directa en las fases de arranque y máxima aceleración (trabajando a presiones superiores a 200 bar).
El sistema de distribución variable recibe mejoras en el variador de fase del árbol de levas de las válvulas de admisión (con 30 grados de ajuste) y el árbol de levas que actúa sobre las válvulas de escape (60 grados), además de optimizar el sistema “Audi valvelift” de apertura (alzada) de las válvulas de escape en dos fases.
El colector de escape se ha integrado en la culata, compartiendo también su sistema de refrigeración. Dicha solución no solo permite rebajar la temperatura del escape en conducción deportiva, sino que también consigue un calentamiento más rápido en las fases de arranque en frío, aspecto que permite reducir el consumo de combustible.
El turbocompresor en ahora más grande y admite presiones de soplado de hasta 1,2 bar (2,2 bar de presión máxima efectiva), además de contar con un intercooler de mayores dimensiones y refrigerado por agua.
Para soportar un mayor esfuerzo sin problemas, en el interior del motor se han reforzado ciertas partes del cárter (los cojinetes de apoyo del cigüeñal), las bielas y los anclajes del pistón. Además, las faldas de los pistones tienen ahora un revestimiento que reduce su nivel de fricción y cuentan también con nuevos segmentos.
De esta forma se ha podido elevar el régimen máximo hasta 6.800 vueltas y desarrollar una potencia de 300 CV a 5.500 rpm (151,2 CV/litro), mientras que el par máximo es de 380 Nm, constantes entre 1.800 y 5.500 rpm (350 Nm entre 2.500 y 5.000 rpm en el anterior S3).
Dicho propulsor es muy compacto (603 mm de ancho, 678 mm de ancho y 664 mm de alto) y cuenta con una culata realizada en una nueva aleación de aluminio y silicio, aspectos que le permiten tener un peso de tan solo 148 kg (4 kilogramos menos que el anterior motor 2.0 TFSI de 265 CV).
El nuevo sistema de escape del Audi S3 (con cuatro salidas posteriores) cuenta con un conducto adicional que se abre a partir de cierto régimen para proporcionar un sonido aún más contundente y deportivo. Además, mediante un dispositivo electromecánico, dicho sonido se canaliza al habitáculo en mayor medida en las fases de máxima aceleración.