Aerodinámica optimizada para incrementar el apoyo y la refrigeración
El Porsche 911 GT2 RS ha tomado como base la carrocería del Porsche 911 Turbo y sus dimensiones exteriores (4.549 x 1.880 x 1.297 mm) son muy parecidas a las que tienen el Porsche 911 Turbo (4.507 x 1.880 x 1.297 mm) y el Porsche 911 GT3 RS (4.545 x 1.880 x 1.291 mm).
Exteriormente recibe elementos aerodinámicos específicos para incrementan el apoyo, tomas de refrigeración de mayor tamaño y soluciones ya vistas en el Porsche 911 GT3 RS, como la hendidura longitudinal de 30 cm de anchura que recorre el techo y la tapa del maletero delantero.
También hereda del 911 GT3 RS las salidas de aire integradas en sus ensanchadas aletas delanteras, que no solo aseguran una ventilación eficiente de los pasos de rueda, sino que también contribuyen a reducir la sobrepresión generada por el giro de las ruedas y el empuje ascensional que provocan (incrementando así el agarre de los neumáticos delanteros).
La tapa del maletero delantero del Porsche 911 GT2 RS tiene practicadas unas nuevas tomas “NACA” encargadas de canalizar el aire hacia los frenos delanteros (por primera vez en un 911 de serie), se han practicado unas tomas de admisión “Ram Air” en la tapa del capó trasero y lleva una tomas de refrigeración en las aletas traseras que canalizan el aire hacia los “intercoolers”, adaptándose así a las máximas exigencias sobre circuito.
El faldón delantero es aún más prominente en el nuevo Porsche 911 GT2 RS (4 mm más largo que en el 911 GT3 RS) y lleva marcado en relieve el logotipo “GT2 RS”.
Los cambios introducidos en la parte delantera para incrementar la carga aerodinámica se han compensado con un nuevo alerón trasero fijo de generoso tamaño, que está fabricado en fibra de carbono y sujeto por dos ligeros soportes de aluminio forjado que sitúan el plano del alerón prácticamente a la altura del techo (mejorando así su capacidad de carga aerodinámica).
Dicho alerón trasero admite un leve reglaje mecánico en inclinación, para adaptarlo a las necesidades puntuales exigidas por las características del trazado de cada circuito.
Todos los bajos están carenados para canalizar el aire con mayor eficacia hacia el difusor trasero y cuenta con faldones laterales ensanchados que amplían aún más la superficie carenada, aportando así un mayor efecto suelo (que incrementa el apoyo aerodinámico) que en el Porsche 911 GT2 RS de la anterior generación (Serie 997).
Con todo esto se ha mejorado de forma notable el agarre aerodinámico, pero también se ha incrementado su resistencia contra el aire, que en el nuevo Porsche 911 GT2 RS muestra un coeficiente Cx 0,35 (Cx 0,34 en el Porsche 911 GT3 RS y Cx 0,31 en el Porsche 911 Turbo S Coupé).