Aluminio y fibra de carbono para reducir peso
La carrocería de los nuevos Mercedes SL está construida enteramente en aluminio. Dicho aspecto ha permitido reducir el peso de la carrocería en torno a 110 kg, lo que unido al empleo de materiales ligeros en otras partes mecánicas ha situado el peso en vacío del nuevo SL 63 AMG en 1.770 kilogramos. Esto supone una reducción final de 125 kg respecto al anterior modelo, cuyo peso en vacío alcanzaba los 1.895 kg (1.970 kg en orden de marcha).
Además del aluminio, se han empleado también otros materiales todavía más ligeros: la cubierta situada en la parte posterior del depósito de combustible es de titanio, la tapa del maletero es de plástico y su estructura interior está realizada en fibra de carbono (detalle específico de esta versión AMG).
El empleo de dichos materiales livianos no sólo ha servido para reducir el peso, sino que también se ha empleado de manera específica para obtener una mayor rigidez torsional que permita incrementar la estabilidad del vehículo.
Las medidas de aligeramiento no solo están centradas en la carrocería sino que también afectan a otros elementos del chasis, empleando aluminio en un buen número de los componentes de la dirección y la suspensión. Además se ha reducido el peso de las masas no suspendidas, aspecto que mejora la agilidad y eficacia de funcionamiento de amortiguadores y muelles.