Amarga victoria en el GP de Trípoli de 1936
De regreso a Italia, en el hall del Gran Hotel de Saboya de Milán, fue donde Varzi conoció a Ilse Ubach, una mujer de extraordinaria belleza que estaba casada con Paul Pietsch, un piloto que también corría con Auto Union. Cuentan los testigos que Varzi, al verla, sufrió lo que los italianos describen como un “colpo di fulmine” (un flechazo).
Semanas más tarde volvieron a encontrarse en vísperas de la carrera de Nürburgring y comenzaron entonces una relación pasional que coincidió con el vertiginoso declive deportivo y personal de Achille Varzi.
Aquella temporada de 1935 terminó para él con dos victorias y un segundo puesto. El resto fueron todo abandonos por averías mecánicas y razones físicas, que dieron pábulo a rumores sobre el bajo rendimiento del piloto y su nueva relación amorosa.
Todo esto produjo una gran tirantez, por cuanto ocurría en un equipo alemán, con un piloto italiano que mantenía una relación adúltera con una mujer alemana, casada con un piloto alemán. Aunque era un cóctel demasiado explosivo, Auto Union le renovó el contrato para 1936, temporada en la que se estrenó el Auto Union Tipo C, con el motor V16 aumentado hasta los 6,0 litros de cilindrada y 485 CV de potencia a 5.000 rpm.
El 10 de Mayo de 1936 tuvo lugar una nueva edición del Gran Premio de Trípoli, que Varzi ganó por tercera vez, por delante de Hans Stuck (Auto Union Tipo C 6.0 V16) y Luigi Fagioli (Mercedes-Benz W25K 4.7 de batalla corta).
Pero, lo que tenía que haber sido un día de gloria para él, se convirtió en uno de los más amargos de su vida.
La carrera estaba siendo dominada por Stuck, con Varzi en segundo lugar, cuando desde los boxes le hicieron señales al alemán para que redujese su velocidad y dejase paso al piloto italiano que, segundo a segundo, metro a metro, se fue aproximando hasta adelantarle.
Stuck, furioso, tuvo que ver impotente como se le escapaba una merecida victoria a favor del italiano, que fue primero en la meta con 4,4 segundos de ventaja. Según las explicaciones del avergonzado Karl Feuereissen, responsable del equipo Auto Union, él se había limitado a cumplir órdenes superiores.
Por aquel tiempo, los gobiernos fascistas de Italia y Alemania estaban a punto de firmar (unos meses después) el famoso tratado del Eje Roma–Berlín y algún alto mando alemán tuvo la idea de que lo más conveniente políticamente sería que la victoria en Trípoli (protectorado italiano) se la adjudicase un piloto italiano.
Todo el mundo había sido testigo de la maniobra y, durante la entrega de premios, el Gobernador de Libia, el Mariscal Italo Balbo, en un arranque de honestidad y vergüenza ajena, brindó por el “verdadero vencedor”, dirigiéndose a Hans Stuck.
Tras lo sucedido, Achille Varzi entró en depresión y se retiró a su hotel acompañado por Ilse. Y allí se especula que dio comienzo la relación de Varzi con las drogas, ya que ella era consumidora habitual de morfina para mitigar los fuertes dolores que le causaba una grave dolencia de tipo renal.
Sea cierto o no, Varzi inició entonces su “descenso a los infiernos”. Aquel año no volvió a ganar ninguna otra prueba y fue despedido del equipo Auto Union al final de la temporada.