Amortiguación activa “PASM” y eje trasero direccional
El chasis del Porsche 911 GT3 RS introduce importantes mejoras en los principales elementos, que han permitido incrementar aún más su eficacia y velocidad de paso por curva respecto al ya efectivo Porsche 911 GT3.
Comparte con el modelo GT3 la amortiguación activa “PASM” (“Porsche Active Suspension Management”), que gestiona electrónicamente el grado de flexibilidad de los cuatro amortiguadores de manera continua, aunque recibe un calibrado específico adaptado a los nuevos elementos aerodinámicos y la mayor anchura de los neumáticos de tipo “semi-slick” que lleva el Porsche 911 GT3 RS.
Con un esquema McPherson en el eje delantero y multibrazo en el eje trasero, las suspensiones de esta versión “RS” cuentan con refuerzos adicionales, soportes de rueda específicos y articulaciones con rótulas individuales que aportan una unión más rígida entre el chasis y la carrocería (se obtiene así un guiado más preciso de las ruedas).
Como si de un coche de competición se tratara, la suspensión del Porsche 911 GT3 RS admite el ajuste de la altura, la convergencia, la caída de las ruedas y la flexibilidad de las barras estabilizadoras, permitiendo así reglarlo para todo tipo de circuitos o preferencias personales del conductor.
Mediante un botón situado en la consola central, el conductor puede elegir entre dos programas de ajuste deportivo de la amortiguación, que adapta su flexibilidad al tipo de reglaje seleccionado (“Normal” y “Sport”). El programa “Normal” es el óptimo para su uso por carretera o en condiciones de suelo mojado, mientras que el programa “Sport” adopta el ajuste más duro para obtener la máxima estabilidad sobre el asfalto seco de un circuito.
Al igual que en el Porsche 911 GT3, la versión GT3 RS puede llevar en opción un dispositivo elevador en el eje delantero, que sube 30 mm la altura de la parte delantera hasta una velocidad de 50 km/h, lo que permite evitar posibles golpes del pronunciado faldón frontal en la entrada a los aparcamientos subterráneos o al abordar cualquier tipo de rampa.
Otro elemento destacable en el chasis del 911 GT3 RS es su eje trasero direccional, que aplica cierta capacidad de giro a las ruedas posteriores y es similar al empleado también en el Porsche 911 GT3 y el Porsche 911 Turbo/Turbo S.
Un sistema de regulación electromecánico aplicado en cada una de las ruedas posteriores permite diferentes ángulos de giro, en función de las circunstancias de conducción y la velocidad. A bajas velocidades, el sistema gira las ruedas traseras en sentido contrario a las delanteras, para incrementar la maniobrabilidad y reducir el radio de giro. Por el contrario, a elevada velocidad, las ruedas traseras giran ligeramente en la misma dirección que las delanteras, aumentando la estabilidad de marcha (gracias al alargamiento virtual de la batalla) y también la agilidad de movimientos (por el viraje simultáneo de las cuatro ruedas), especialmente en maniobras de adelantamiento en circuitos de competición.