Argumentos técnicos: 2 litros turbo con Haldex
El propulsor del A1 quattro no varía el esquema conocido: 1.984 cm3, inyección directa de gasolina con turbo, distribución variable para el árbol de levas de admisión y dos ejes de equilibrado. El par máximo es constante entre 2.500 y 4.500 vueltas, y casi a la par con sus hermanos de corazón, estira hasta conseguir los 256 CV a unas meritorias 6.000 vueltas. La cifra de consumo homologado todavía no está oficialmente declarada, pero Audi estima que no pasará de los 8,6 litros a los 100 Km, algo que sonaría a ciencia ficción hace años, pero que a día de hoy no impresiona –hay coches más potentes y pesados que homologan menos, lo que ocurre luego en el mundo real es otra historia-.
La caja de cambios es manual de seis marchas. Para transmitir la caballería al suelo se cuenta con un embrague Haldex controlado electrónicamente. Este embrague es un sistema hidráulico multidisco, cuyos discos giran en baño de aceite. Con él, el coche funciona usualmente como un tracción delantera, pero puede transferir la fuerza de forma continuada al eje trasero, incluso más que al delantero según la situación, convirtiendo al A1 quattro en un tracción total en milisegundos. En añadido, si una rueda en uno de los dos ejes patina, se frena por el control electrónico de diferencial (EDL).
Cuenta, por supuesto, con ABS y un ESP especialmente tarado para esta versión, que además promete ser 100% desconectable.
Para frenar esta máquina, de cuyo peso no tenemos noticia (no creo equivocarme si digo que no bajará de los 1.400 kilos) Audi ha utilizado discos delanteros autoventilados de 312 milímetros de diámetro –ligeramente menos que un Citroën DS3 Racing o el Mini John Cooper Works-.
Audi ha colocado el embrague multidisco en el eje trasero –algo habitual- para mejorar el reparto de pesos. La suspensión delantera es de tipo McPherson, mientras que atrás se ha optado un eje de cuatro brazos. Obviamente el tarado del conjunto muelle/amortiguador se ha endurecido para asumir el extra de potencia; partiendo de la base de que las versiones con suspensión deportiva del A1 ya van duras, el A1 quattro tendrá una suspensión muy firme –veremos cómo de incómoda-. La dirección promete ser más directa, con una relación de 14,8:1.
Este nuevo juguete viene calzado con unos neumáticos 225 con perfil 35 y llanta de 18” de serie, curiosamente un calzado que se puede poner como opción en cualquier Audi A1 a partir de 122 CV.