Caída y regreso de Achille
1937 será recordado como el año en el que participaron los coches más rápidos y potentes de la época, la temporada en la que los bólidos de las marcas alemanas resultaron invencibles. Auto Union evolucionó al máximo el motor 6.0 V16 de su Tipo C hasta alcanzar los 520 CV de potencia a 5.000 rpm, mientras Mercedes-Benz puso sobre la pista el nuevo W125 diseñado por Rudolf Uhlenhaut, un monoplaza con motor de ocho cilindros en línea, sobrealimentado mediante compresor volumétrico, 5.663 centímetros cúbicos y 604 CV de potencia a 5.800 rpm para 750 kilogramos de peso.
Pero fueron otros pilotos los que se llevaron los laureles de la victoria, puesto que Achille Varzi apenas pudo mostrar su clase en aquella temporada. Después de obtener la victoria en San Remo, al volante de un Maserati 4CM de la categoría 1.500 centímetros cúbicos, consiguió hacerse de nuevo un hueco en el equipo Auto Union para las tres últimas pruebas de la temporada, tras dejar a Ilse y apartarse de las drogas. En su vuelta al equipo alemán, en el Gran Premio de Italia de 1937, demostró mantener el coraje de los más rápidos al clasificarse en segunda posición de salida, pero finalizó la carrera en el sexto puesto a una vuelta del vencedor (Rudolf Caracciola), cruzando la meta tan fatigado que tuvo que ser ayudado por los miembros del equipo para salir de su Auto Union Tipo C 6.0 V16.
Una semana después (19 de septiembre de 1937) volvía a los mandos del Maserati 4CM para la III Copa Edda Ciano en Italia, aunque tenía que abandonar por avería del motor tras haber liderado la prueba.
Y a la semana siguiente tan solo disputaba los entrenamientos del Grand Prix de Masaryk en la República Checa, al ser incapaz de rodar rápido al volante del Auto Union por la molestia que le provocaba en la conducción una herida que tenía en la mano.
En la última gran prueba de la temporada, el Grand Prix de Donington de 1937, Varzi no llegó ni siquiera a aparecer, sustituido en el equipo Auto Union por Rudolf Hasse.
El Campeonato Europeo “AIACR” (“Association Internationale des Automobile Clubs Reconnus”) de 1937 supuso un éxito sin precedente para el equipo Mercedes-Benz, que colocó sus cuatro W125 oficiales en las cuatro primeras posiciones finales: Rudolf Caracciola 1º, Manfred Von Brauchitsch 2º, Christian Kautz 3º y Hermann Lang 4º, mientras que Hans Stuck fue 5º con el primer Auto Union.
Al año siguiente (1938) se llevó a cabo un completo cambio en la reglamentación técnica, que limitó la cilindrada a 3.000 cm³ en los motores sobrealimentados y a 4.500 cm³ en los atmosféricos, lo que supuso propulsores menos potentes (en torno a 485 CV) y coches más lentos que la temporada anterior. Con tales cambios, Achille Varzi volvió a participar al volante de un Maserati 8CTF 3.0 en el XII Gran Premio de Trípoli de 1938 (el mismo lugar donde comenzó su hundimiento) aunque se vio obligado al abandono por una avería en el eje trasero.
Esa fue la última prueba en la que participó Varzi hasta su reaparición en el mundo de las carreras en 1946, después de la II Guerra Mundial.