Cambio “PDK” con siete marchas de relación cerrada
El Porsche 911 GT3 (Serie 991) es el primer “GT3” que se ofrece únicamente con el cambio automatizado “PDK” de doble embrague robotizado y no hay opción de caja manual.
Dicho cambio “Porsche Doppelkupplung” de siete velocidades es capaz de subir marchas en menos de 100 milésimas de segundo y ha sido expresamente evolucionado para esta versión deportiva, con características inspiradas en los cambios secuenciales empleados en competición, además de recibir unos desarrollos específicos para adaptarlo a su uso en circuito (con la séptima marcha orientada hacia las prestaciones).
Los cambios se suceden con una rapidez vertiginosa, tanto al subir de marcha como en reducciones, donde el sistema automatizado se encarga también de dar un golpe de gas (simulando la maniobra de “punta tacón”) para bajar marchas con la máxima suavidad, sin posibles bloqueos de rueda que puedan desestabilizar el tren trasero en las apuradas de frenada.
El conductor puede utilizar el cambio “PDK”de manera completamente automática o puede cambiar de forma manual, a través de las levas situadas detrás del volante, cuyo recorrido de accionamiento se ha acortado un 50% respecto a las levas del cambio “PDK” de un 911 Carrera S (la derecha para subir marcha y la izquierda para reducir).
También puede seleccionar las marchas manualmente con movimientos secuenciales de la palanca de cambios y se ha mantenido el mismo sentido inercial empleado en los coches de competición: hacia atrás sube marchas y hacia delante reduce marchas.
La gestión electrónica del cambio “PDK” ha recibido en el Porsche 911 GT3 dos posibles estrategias de funcionamiento, ofreciendo al conductor los programas de uso “Sport” y “Race Track” (“Circuito de Carreras”). Este último se selecciona a través de un botón situado en la consola central y adapta el cambio robotizado para ofrecer la máxima eficacia sobre el circuito.
El cambio “PDK” del Porsche 911 GT3 introduce un nuevo dispositivo denominado “levas en neutro”, que se acciona al tirar a la vez de las dos levas situadas detrás del volante y es comparable a la función de pisar el pedal de embrague en una caja manual convencional.
A nivel mecánico, la caja “PDK” de doble embrague robotizado empleada en el GT3 dispone de una nueva piñonería aligerada que ha permitido reducir su peso en 2 kilogramos y cuenta con un grupo más corto (un 15%) y unos desarrollos de transmisión más cerrados y convenientemente escalonados para favorecer las máximas prestaciones y capacidad de aceleración (alcanza la máxima velocidad en séptima velocidad).