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Hyundai i30 N

Escrito por: Víctor M. Fernández - 2 diciembre 2017

Chasis “N” con ajuste deportivo y mejoras Performance

Un motor más potente y un enfoque más “deportivo” son factores determinantes para que los ingenieros de la división “N” hayan realizado importantes retoques en el chasis, adaptándolo así a sus mayores prestaciones.

La suspensión del Hyundai i30 N recibe un reglaje deportivo específico, reduciendo 4 mm la altura respecto al resto de los Hyundai i30 y también su grado de flexibilidad, para ofrecer una mayor estabilidad y sensación de aplomo en curva. Cuenta con un eje independiente de tipo McPherson en las ruedas delanteras y un esquema multibrazo independiente en el eje trasero, recibiendo una nueva amortiguación controlada electrónicamente (“ECS”) que permite al conductor tres ajustes de dureza (“Normal”, “Sport” y “Sport +”).

Para incrementar la rigidez torsional de la carrocería, el Hyundai i30 N puede llevar una barra de refuerzo situada entre las copelas de la suspensión trasera (detrás de los asientos posteriores).

La dirección está asistida mediante un motor eléctrico situado en la propia cremallera (proporciona así un tacto más preciso), tiene tan solo 2,14 vueltas de volante entre topes y ofrece tres reglajes de asistencia (“Normal”, “Sport” y “Sport +”) seleccionables mediante los modos de conducción o también con un ajuste independiente.

Además, la dirección cuenta con un sistema activo denominado “R-MDPS” (Rack Type Motor Driven Power Steering). Según Hyundai, en situaciones de conducción determinadas, dicha dirección asistida pilotada puede llegar a ejercer una fuerza de hasta 8 Nm en el sentido que estabiliza la marcha, por ejemplo en cambios de carril rápidos o en frenadas sobre superficies asimétricas (donde el morro tiende a buscar la zona de mayor adherencia y las ruedas traseras a sobrevirar en la parte deslizante). Esta dirección parcialmente pilotada está controlada mediante el dispositivo de gestión de estabilidad del vehículo “VSM” (“Vehicle Stability Management”), que a su vez actúa sobre el control de tracción y estabilidad “ESC”.

06_Hyundai-i30-NEn el equipo de frenos se ha recurrido a discos ventilados de 330 mm de diámetro en las ruedas delanteras y discos macizos de 300 mm en las traseras, mordidos por pinzas flotantes.

Aunque la configuración flotante de sus pinzas de freno parece desentonar en un compacto deportivo como este (al menos en la versión “Performance”), lo cierto es que es un recurso mecánico utilizado en la mayor parte de sus rivales.

El Hyundai i30 N cuenta con unas llantas de aluminio de 18” que están montadas sobre neumáticos Michelin en medida 225/40 R18, mientras que el Hyundai i30 N Performance lleva de serie llantas de aluminio de 19” de diámetro montadas sobre neumáticos Pirelli PZero en medida 235/35 R19.

Los neumáticos de altas prestaciones de Michelin y de Pirelli han sido afinados expresamente para el Hyundai i30 N y cuentan en el perfil con una marcación específica denominada “HN”.

Las ayudas electrónicas también modifican su funcionamiento en función del programa de conducción seleccionado y tienen dos opciones de ajuste (“Normal” y “Sport”) que varían el umbral de deslizamiento de las ruedas antes de entrar en funcionamiento, además de permitir la desconexión completa del control de tracción y estabilidad “ESC”.