Chasis y mecánica adaptados al aumento de potencia
Los ingenieros de OPC (Opel Performance Center) no solo han incrementado la potencia del motor en el Corsa OPC Nürburgring Edition, sino que también han realizado ciertos retoques en el resto de la mecánica para hacerlo más rápido y eficaz en conducción a fondo.
El primer paso ha sido mejorar la suspensión, montando unos amortiguadores Bilstein (B12) y muelles Eibach (pintados en color azul) específicamente puestos a punto para esta edición limitada de corte radical. Con ello han rebajado la altura otros 4 mm respecto al Corsa OPC de 192 CV, siendo por tanto 30 mm más bajo que un Opel Corsa “mondo y lirondo”.
El equipo de frenos mantiene los mismos discos que lleva el Corsa OPC convencional, pero recibe nuevas pinzas fijas monobloque de aluminio de cuatro pistones (“Brembo”) mordiendo los discos ventilados delanteros de 308 mm de diámetro. El resultado no puede ser más satisfactorio, por potencia, tacto, eficacia y resistencia al trato exigente, permitiendo realizar apuradas de frenada sin desfallecer lo más mínimo.
Al mismo tiempo, las ayudas electrónicas a la conducción (ABS, control de tracción y control de estabilidad) han recibido una puesta a punto específica para este modelo y nos dejan “flirtear” con el deslizamiento sin entrometerse antes de lo necesario.
La dirección cuenta con asistencia eléctrica de agradable tacto y una desmultiplicación que permite un guiado realmente directo y preciso (con tan solo 2,3 vueltas de volante entre topes), algo que se agradece especialmente en un coche como éste, que requiere “trabajar” al volante. Eso sí, el radio de giro es claramente mejorable y este Corsa no es tan maniobrable en zonas urbanas como sería de esperar en un coche de su tamaño. En cualquier caso no debemos olvidar que, su planteamiento, dista mucho de ser precisamente “urbano”.
Sin duda, la mejora más relevante en todo el coche ha sido la adopción de un diferencial autoblocante multidisco, que aporta una motricidad sobresaliente y permite transmitir toda la potencia al asfalto con plena eficacia, incluso acelerando a fondo a la salida de las curvas más cerradas.
En la caja de cambios de seis marchas no hay variaciones, aunque los desarrollos se han visto acortados de forma casi inapreciable en el OPC Nürburgring Edition. Dichos desarrollos están bien adaptados a la respuesta del motor, con un escalonamiento acertado que permite aprovechar a fondo todo el potencial, alcanzar unas prestaciones a la altura de las expectativas y ofrecer unas sensaciones plenamente deportivas. Su manejo es suave, ofreciendo un accionamiento rápido y preciso en líneas generales. Sin embargo, cuando realizamos una conducción a fondo acabamos notando cierto deterioro en el tacto, apreciando una sensación más esponjosa en su guiado. De hecho, en nuestra unidad de pruebas, el cambio rascaba sistemáticamente cuando intentábamos pasar de primer a segunda marcha con rapidez.