“Cockpit” biplaza para ir de carreras
El Ferrari FXX K recibe algunas modificaciones en su interior respecto al Ferrari LaFerrari de calle y muestra un “cockpit” propio de un coche de carreras. Sin embargo, no se ha prescindido de la posibilidad de montar dos asientos bacquet de competición con cinturones de arnés de seis puntos, aunque en los circuitos sea tradicionalmente el piloto el único que rueda dentro del coche.
Al igual que en LaFerrari, la particularidad principal de su habitáculo es que parte de la estructura de fibra de carbono de los asientos está integrada en el propio chasis monocasco y están situados en una posición fija, sin posibilidad de reglaje longitudinal. Esto se ha hecho para obtener un óptimo reparto de pesos y rebajar el centro de gravedad al máximo, además de incrementar las sensaciones que percibe el piloto sobre las reacciones del vehículo, aunque también ha obligado a desarrollar un mecanismo de reglaje en distancia de los pedales, que combinado con el amplio reglaje en altura y distancia del volante permiten al piloto encontrar la posición adecuada para manejar todos los mandos.
El volante es muy similar al empleado en LaFerrari, achatado en la parte superior e inferior, con el aro acabado en Alcantara y fibra de carbono, los mandos de control integrados (cambio de luces, intermitentes, limpiaparabrisas, suspensión regulable, botón de arranque y “Manettino”) y unas luces en la parte superior que indican al conductor el momento en el que el motor llega al máximo régimen.
Fijadas a la columna de dirección están las levas de cambio secuencial, realizadas en fibra de carbono y con un generoso tamaño para su cómodo accionamiento.
Cuero y Alcantara son los elementos empleados en el revestimiento de los asientos y la parte superior del salpicadero, aunque la fibra de carbono pasa a ser el elemento principal empleado en los guarnecidos del interior del Ferrari FXX K. Dicho material ultraligero está presente en los paneles de las puertas, parte del salpicadero, los asientos, el volante, todo el túnel central y la nueva consola central, específica de este Ferrari de carreras.
Dicha consola central agrupa los distintos botones de selección del cambio robotizado, el dispositivo de climatización con aire acondicionado (habitual en los coches de competición de GT en los últimos años), la activación del control de salidas “Launch Control”, el mando para regular los retrovisores eléctricos, los botones para manejar las distintas pantallas del cuadro de instrumentos, el accionamiento automático del extintor y el corta corrientes, además de un nuevo mando de selección de los cuatro programas de gestión del “KERS”, entre otras cosas.
No hay cambios aparentes en el cuadro de instrumentos, que prescinde de cualquier elemento analógico, para ofrecer toda la información mediante una pantalla en color de 12,3 pulgadas. El piloto puede configurar dicha información a su gusto y seleccionar varias modalidades de representación de los distintos datos, con indicador de régimen del motor, temperatura de agua y aceite, marcha engranada, velocímetro digital, monitorización de presión y temperatura de las cuatro ruedas en tiempo real y telemetría (tiempos por vuelta, velocidad máxima por vuelta, reconocimiento de las curvas del circuito, etcétera).
El “Manettino” integrado en el volante es ya tradición en todos los modelos de Ferrari y está inspirado en los mandos de control empleados en los Fórmula 1. En el Ferrari FXX K cuenta con cinco posiciones de reglaje, cuatro de ellas modifican el funcionamiento de las ayudas electrónicas de conducción y la quinta posición (“OFF”) se encarga de desconectar por completo dichas ayudas electrónicas del control de tracción “EF1-Track” y el control de deslizamiento lateral de competición “Racing SSC”.