“Cockpit” inspirado en un avión de caza
Según comenta la propia marca, el equipo de diseño de Chevrolet se ha inspirado en la cabina de los aviones de combate para configurar el puesto de conducción del nuevo Corvette Stingray. Todos los mandos se encuentran envolviendo al conductor, que a su vez puede disponer de la proyección de información sobre el parabrisas delantero (“Head Up Display”). Dicho elemento no es nuevo (ya lo llevaba el anterior Corvette) pero sí recibe nuevos gráficos con mejor definición que resultan más fáciles de visualizar.
El volante cuenta ahora con un menor diámetro (360 mm), un aro más grueso, costuras más refinadas y mandos integrados para manejar más funciones sin necesidad de mover las manos de la posición de conducción (equipo de audio, control de velocidad, teléfono manos libres y órdenes mediante voz). Como en la anterior generación, cuenta con reglaje en altura y profundidad mediante un mando eléctrico.
Los revestimientos interiores reciben ahora materiales como el aluminio, la fibra de carbono y el cuero napa para mejorar la sensación de calidad percibida y también incrementar la percepción deportiva que transmite el nuevo diseño del salpicadero.
El cliente puede ahora elegir entre dos tipos de asientos, en ambos casos con su estructura realizada en ligerísimo magnesio y con posibilidad de reglaje eléctrico. Para aquellos que los asientos de tipo bacquet (“GT”) les “sepa” a poco, Chevrolet ofrece también otros asientos con un corte semi-bacquet (“Competition Sport”), especialmente indicados para su uso en circuito (“track days”), que aportan una mayor sujeción lateral y permiten utilizar cinturones de arnés.
La sucesión de pruebas de alta velocidad realizadas en la pista de ensayos de Milford (Michigan – EEUU) llevó a los ingenieros a tomar la decisión de acolchar las zonas en donde el conductor apoya las piernas al abordar las curvas y también a colocar una barra de sujeción integrada en el diseño de la consola central, para que pueda sujetarse el pasajero.