Construcción ultraligera
El peso en vacío del McLaren P1 es de tan solo 1.395 kilogramos a pesar de sus dimensiones (4.588 x 1.946 x 1.188 mm) y mecánica (con dos motores). Esto se ha conseguido gracias a la utilización de materiales ultraligeros en la construcción de todos sus elementos.
Así pues, el P1 cuenta con un chasis monocasco de fibra de carbono denominado “MonoCage” cuyo peso total es de tan solo 90 kilogramos. Está desarrollado sobre la base del monocasco “MonoCell” utilizado en el McLaren MP4-12C, pero en el McLaren P1 integra también el techo y la ubicación de las baterías. Dicha estructura no solo hace las funciones de chasis, sino que también sirve para canalizar el aire de admisión al motor mediante un conducto específico situado en el techo.
El conjunto de baterías tiene un peso total de 96 kilogramos y su integración en el chasis monocasco evita anclajes adicionales que incrementarían aún más el peso final. Para optimizar el reparto de pesos, dichas baterías están situadas transversalmente entre el habitáculo y el motor.
Todos los paneles de la carrocería también están fabricados en fibra de carbono, al igual que los distintos aditamentos aerodinámicos, lo que permite reducir el peso al máximo y obtener una rigidez torsional inmejorable.
Cada uno de los elementos de la carrocería y sus aberturas cumple una función determinada y está perfectamente estudiado para optimizar la refrigeración de la mecánica y la aerodinámica, como por ejemplo las tomas de aire practicadas en la parte superior de las puertas.
Metales ligeros como aluminio y magnesio se han empleado en la fabricación de buena parte de sus piezas mecánicas y contribuyen a obtener un conjunto lo más liviano posible. Sirva como ejemplo la realización de las dos líneas de escape en aleación ultraligera de “Inconel” (como los Fórmula 1), cuyo peso total es de 17 kilogramos (5 kilos más ligero que el escape del McLaren MP4-12C).
En McLaren no han escatimado medios a la hora de construir el P1, utilizando también elementos como el papel de oro alrededor de los tubos de escape, considerado como el mejor aislante térmico.
Los cuatro discos de freno ventilados son flotantes, con la campana interior en acero forjado y el disco de fricción realizado en un nuevo compuesto de material carbono cerámico más fuerte, nunca antes utilizado en un coche de calle (con capas de cerámica que aportan un acabado en espejo). Su construcción ligera también favorece la reducción de peso y disminuye las masas no suspendidas, un aspecto de especial importancia teniendo en cuenta sus considerables dimensiones. Los delanteros tienen una medida de 390 mm y los traseros tienen 380 mm, en ambos casos mordidos por pinzas fijas monobloque de aluminio desarrolladas por los especialistas de “Akebono”, con seis pistones en los discos delanteros y cuatro pistones en los traseros.
El empleo de dichos frenos carbono cerámicos especiales no solo proporciona deceleraciones próximas a los 2 “G” (ayudado por la carga aerodinámica), sino que también aportan una resistencia sobresaliente al trato exigente y permiten ahorrar algo más de 4 kilogramos de peso en todo el conjunto. De esta forma, el fabricante británico anuncia que el P1 es capaz de detenerse desde 100 km en 30,2 m (2,9 segundos) y la distancia para frenar desde 200 y 300 km/h es de tan solo 116 y 246 metros respectivamente (en 4,5 y 6,2 segundos).
McLaren ha empleado también una específica aleación de aluminio forjado de alta resistencia en la construcción de las enormes llantas del P1, siendo la primera vez que se utiliza dicho material en las llantas de un coche de calle (utilizado previamente solo en aplicaciones militares). Gracias a esto, se ha conseguido que su peso sea inferior al de las llantas de aleación ultraligeras que se ofrecen en opción en el McLaren MP4-12C, a pesar de ser más grandes en tamaño. Las delanteras tienen una medida de 9J x 19” y pesan cada una 7,94 kg, mientras que las traseras son de 11,5J x 20” y marcan un peso unitario de 9,72 kg.