Detalles técnicos del motor, la transmisión y el chasis
El propulsor 2.0 TFSI del Audi S1 cuenta con inyección directa de gasolina, 16 válvulas, distribución variable, turbocompresor e intercooler para desarrollar 231 CV de potencia y 370 Nm de par máximo. Lo que ha perdido en potencia (256 CV y 350 Nm respectivamente en el anterior Audi A1 quattro) lo ha ganado claramente en mejorar el consumo (que se ha reducido en torno a un 18 por ciento) y las emisiones contaminantes, sin perder apenas en prestaciones.
De esta forma, Audi anuncia una velocidad máxima de 250 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,8 y 5,9 segundos respectivamente en el Audi S1 y S1 Sportback, mientras que el consumo medio es de 7,0 y 7,1 litros/100 km (gracias en buena medida al nuevo sistema “start & stop”), con unas emisiones de CO2 de 162 y 166 gr/km respectivamente en los Audi S1 de tres y cinco puertas (las cifras homologadas del Audi A1 quattro eran de 245 km/h, 5,7 segundos en el 0 a 100 km/h, 8,6 l/100 km de consumo medio y 199 gr/km de CO2).
Dicho propulsor está asociado a una caja de cambios manual de seis marchas, mientras que el sistema de tracción total “quattro” recurre a un embrague multidisco hidráulico (“Haldex”) ubicado en el eje trasero. En condiciones de conducción normal, el sistema de tracción transmite la potencia principalmente a las ruedas delanteras y el embrague “Haldex” se encarga de repartir par de forma variable al eje trasero en cuanto la gestión electrónica detecta el mínimo patinamiento en el eje delantero (tarda tan solo unos milisegundos). Además, la gestión electrónica y el equipo de frenos se encargan de ejercer una función autoblocante en ambos ejes (frenado electrónico del diferencial “XDS”), aplicando el par de frenado preciso en las ruedas interiores de la curva para evitar pérdidas de motricidad. El resultado final es que la potencia se distribuye eficazmente entre las cuatro ruedas sin el mínimo síntoma de pérdida de tracción.
En el chasis del Audi S1 se han realizado los ajustes necesarios para ofrecer el comportamiento acorde a lo esperado en un vehículo deportivo. De esta forma, las suspensiones no se han limitado a recibir amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras de reglaje específico, sino que también cuentan con importantes cambios que afectan a los cojinetes de pivote modificados en el tren delantero y al eje trasero independiente de cuatro brazos (similar al utilizado en el Audi TTS), en lugar del eje torsional que llevan el resto de los Audi A1.
La dirección con asistencia electromecánica variable en función de la velocidad también presenta unas especificaciones propias para ofrecer una mayor rapidez y precisión de giro, mientras que el equipo de frenos cuenta con discos ventilados de 310 mm de diámetro en el eje delantero, cuyas pinzas flotantes muestran el anagrama “S1” y se pueden pedir opcionalmente en color rojo.
Las ayudas electrónicas cuentan con un ajuste adaptado a las características deportivas del Audi S1 y el conductor puede seleccionar tres modos de funcionamiento para el control de tracción y estabilidad “ESC”: normal, deportivo y desconectado.
El botón “drive select” situado en la consola central permite además elegir entre varios modos de conducción (“Efficiency”, “Auto” y “Dynamic”), modificando los ajustes de la respuesta del motor, el grado de asistencia de la dirección, el funcionamiento del climatizador y de las ayudas electrónicas.