Dirección, frenos y ayudas electrónicas
Como en el SL 63 AMG, la dirección tiene una desmultiplicación que la hace más directa, mientras que su asistencia electromecánica, específica “AMG”, varía en función de la velocidad y permite ajustarla conjuntamente con los reglajes de la suspensión.
El equipo de frenos tiene la misma media que llevaba el anterior SL 65 AMG de 612 CV, aunque el nuevo modelo es 170 kg más ligero, con discos ventilados y perforados de 390 x 36 mm delante y de 360 x 26 mm detrás. Los discos delanteros cuentan con pinzas fijas de aluminio de seis pistones, mientras que los traseros se conforman con unas simples pinzas flotantes monopistón (los anteriores SL AMG llevaban detrás pinzas fijas de cuatro pistones).
En opción se ofrecen unos discos carbono cerámicos que llevan las pinzas pintadas en color cobrizo. Son discos flotantes ventilados y perforados, con la campana interior realizada en aluminio y tienen un tamaño de 402 x 39 mm delante (diámetro x grosor) y de 360 x 32 mm detrás. A pesar de su mayor tamaño, dichos discos carbono cerámicos son un 40 % más ligeros que los estándar de fundición.
El freno de estacionamiento es ahora electro mecánico en el nuevo SL 65 AMG.
La puesta a punto de las ayudas electrónicas ofrece tres posibles reglajes del control de tracción y estabilidad (ESP). Además del convencional, se puede seleccionar un programa “Sport” (más permisivo con el deslizamiento) y también desconectar por completo dichos controles.
El Mercedes SL 65 AMG lleva de serie las llantas “AMG” de cinco radios y 19” pintadas en color “gris titanio”, montadas sobre neumáticos en medida 255/35 R19 delante y 285/30 R19 detrás. Unas llantas de aleación forjadas con diseño multirradio se ofrecen en opción dentro del paquete “AMG Performance Studio”.