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McLaren Elva

Escrito por: Víctor M. Fernández - 27 diciembre 2019

El origen: McLaren-Elva M1A / M1B / M1C de competición

El McLaren Elva es un moderno deportivo “roadster” matriculable con tecnología de vanguardia y está inspirado en los primeros McLaren-Elva desarrollados por Bruce McLaren para luchar por la victoria en competición.

El piloto e ingeniero neozelandés, construyó el primer McLaren M1A para la temporada de 1964, un ligero sport prototipo Grupo 7 (sin restricciones en la cilindrada del motor) que debutaba en septiembre en el circuito de Mosport (Canadá), en una carrera del “Canadian Sport Cars Grand Prix” (antesala de la Can-Am Challenge Cup), alcanzando el tercer escalón del podio (al perder mucho tiempo parado por un problema en el acelerador) y batiendo en repetidas ocasiones el récord de pista.

El McLaren M1A Grupo 7 tenía un rígido chasis tubular fabricado con tubos de acero de sección redonda y cuadrada, que estaba reforzado con láminas de aleación de magnesio, una construcción ligera que le permitía marcar en la báscula un peso de tan solo 551 kilogramos.

El apartado mecánico se había cubierto con un motor Oldsmobile 4.5 V8 situado en disposición central trasera longitudinal, que desarrollaba 345 CV de potencia y estaba asociado a un cambio Hewland de cuatro marchas con dientes rectos que transmitía la potencia a unas enormes ruedas traseras.

Con aquel coche de carreras comenzaba la máxima de McLaren de luchar contra el peso y el principio aún vigente en la marca de que “las formas siguen la función”, con las tomas de refrigeración y los depósitos de combustible laterales integrados en el diseño de su perfilada carrocería. Además, otra de las innovaciones de dicho chasis es que algunos de sus tubos servían de canalización para refrigerar el agua y el aceite del motor.

El éxito obtenido por el McLaren M1A fue tal que rápidamente empezaron a acumularse los pedidos de clientes que querían el mismo coche para correr (algunos equipos emplearon también otros motores V8 de Ford y Chevrolet).

En las instalaciones de McLaren en Inglaterra tan solo trabajaban siete empleados que no serían capaces de dar abasto con la demanda, lo que llevó a Bruce McLaren a una asociación con Frank Nicols, propietario de Elva Cars Limited, un pequeño fabricante de vehículos deportivos ubicado en Sussex (Inglaterra), que comenzó la producción del McLaren-Elva M1A desde noviembre de 1964 (en total fueron construidas 24 unidades).

Las exigencias de la competición, en constante progreso técnico, llevaron a los hombres de McLaren a desarrollar una nueva evolución para la temporada de 1966, año en el que apareció el McLaren-Elva M1B (Mk2), compitiendo la mayor parte de las 28 unidades fabricadas en equipos privados.

El McLaren-Elva M1B tenía una rediseñada carrocería que contaba con nuevos elementos aerodinámicos que mejoraban el paso por curva y el chasis había incrementado su rigidez torsional un 20 por ciento gracias al empleo de tubos con mayor diámetro.

Un motor Traco Oldsmobile 4.5 V8 seguía siendo la elección estándar de fábrica, pero también se montaban los motores V8 de Chevrolet y Ford a petición de los clientes, asociados al cambio Hewland de cuatro marchas (61 kg) y también a cajas de cambio ZF de cinco velocidades (58 kg) de accionamiento manual en “H” (McLaren recomendaba las cajas Hewland por su mayor robustez, a pesar de ser 3 kilogramos más pesadas).

El propulsor Chevrolet 6.0 V8 mostró su mayor competitividad en los coches de Lola y Chaparral que rivalizaban con los McLaren-Elva M1B. Su mayor cubicaje y construcción en acero los hacía 90 kg más pesados que los compactos motores Oldsmobile de aluminio, pero su destacable salto de potencia (100 CV más) acababa compensando semejante inconveniente en los circuitos más rápidos y McLaren Racing terminó adoptando dichos propulsores también en sus coches oficiales (pilotados por Bruce McLaren y Chris Amon).

Para la temporada de 1967 llegó la tercera evolución de aquel exitoso sport prototipo, que evidenciaba ya cierta falta de competitividad en las disputadas carreras de Can-Am. El McLaren-Elva M1C (Mk3) introducía buenas mejoras sobre el modelo anterior del que partía y todas las unidades fueron fabricadas en las instalaciones británicas de Trojan (que había absorbido Elva Cars Ltd).

La carrocería presentaba cambios aerodinámicos que aportaban un agarre en curva aún superior, destacando el nuevo alerón trasero de mayores dimensiones, que era regulable en inclinación.

El McLaren-Elva M1C seguía mostrando unas dimensiones compactas, muy similares a las del coche original, con una longitud de 3.708 mm y una anchura (1.676 mm) que había crecido 5 cm respecto a la versión anterior (1.626 mm en el M1B) para poder ensanchar las vías 2,5 cm (1.321 mm en ambos ejes), mientras que la distancia entre ejes (2.311 mm) y el peso en vacío (590 kilogramos) se mantenían sin cambios.

De las 25 unidades que se fabricaron del McLaren-Elva M1C (todas ellas vendidas a escuderías americanas) pocas se mantuvieron fieles a los motores Oldsmobile V8 y buena parte de los equipos emplearon propulsores V8 6.2 de Chevrolet y Ford V8 (menos competitivos), asociados al cambio Hewland de cuatro marchas, para transmitir al asfalto potencias que rondaban los 550 CV (1,07 kg/CV).

Aunque las distintas versiones de los McLaren-Elva M1 siguieron compitiendo en equipos privados hasta principios de los años 1970, su principal evolución técnica finalizó en 1967, cuando Bruce McLaren empezó a trabajar ya en el desarrollo de un sport prototipo completamente nuevo, con chasis monocasco de aluminio, arrancando el motor del McLaren M6A en junio de 1967 para realizar las primeras pruebas en el circuito británico de Goodwood.

El exitoso McLaren M6A debutó en la primera carrera (Road America) de la Can-Am Challenge Cup 1967 con “pole position” (Bruce McLaren) y victoria (Denny Hulme), rematando la temporada con el título en manos del piloto y constructor neozelandés.

Además de Bruce McLaren, otros prestigiosos pilotos como Chris Amon, Peter Revson, Dan Gurney, Graham Hill o Jacky Ickx se pusieron también a los mandos de aquellos McLaren-Elva M1A, M1B y M1C (galería de imágenes) en distintos circuitos americanos y también europeos, donde obtuvieron numerosas victorias para adornar un exitoso palmarés.