Síguenos

Leyendas del pasado III: Rudolf Caracciola

Un relato de El Abuelete del M3 - 11 julio 2013

El regreso de Caracciola a la competición

En los meses siguientes, el piloto herido sumó a su dolor los efectos de una fuerte depresión que vivió en soledad, sumido en la desesperación. Hasta que, en vísperas del GP de Mónaco de 1934, recibió la visita de su amigo y socio Louis Chiron, que le convenció para salir de su aislamiento, volver a la vida y al ambiente de las carreras.

Sin que Caracciola lo supiese hasta el último momento, le preparó un homenaje de bienvenida coincidiendo con el Grand Prix, cuando se cumplía un año de su accidente.

El día 2 de Abril de 1934, una hora antes de arrancar la carrera, todavía con serias molestias en su pierna lesionada, Caracciola dio una vuelta de honor al circuito conduciendo su propio coche y escuchó la ovación del numeroso público que aplaudía a su paso.

La salida estaba prevista para las tres de la tarde y, unos minutos antes, en la parrilla, Caracciola pudo saludar a sus compañeros. Allí estaban, Louis Chiron, Achille Varzi, Tazio Nuvolari, Philippe Étancelin, Guy Moll, René Dreyfus, Jean-Pierre Wimille, Piero Taruffi….

Cuando arrancaron los motores, el ruido, el olor de la gasolina, el ambiente único de aquel Gran Premio tan especial, debieron actuar como un revulsivo y, en el mes de Mayo siguiente, ya estaba enrolado en el renacido equipo Mercedes, dispuesto a participar sobre una de las nuevas y rutilantes “Flechas de Plata”.

Dentro de la denominada Fórmula 750 (con un peso de 750 kg) y amparados por las ayudas oficiales del régimen nazi, los equipos Mercedes-Benz y Auto-Union irrumpieron en los Grandes Premios dispuestos a marcar una época.

Desarrollando técnicas innovadoras y medios solo a su alcance, diseñaron bólidos que, durante varias temporadas, hasta el comienzo de la conflagración mundial en Septiembre de 1939, arrasarón allá donde estuvieron presentes sus equipos y su plantel de pilotos.

No obstante, el debut de Mercedes-Benz con su W25 3.4 S-8 en el GP Avus Rennen de 1934 (Alemania) debió aplazarse al detectar graves fallos en la bomba de combustible de los monoplazas preparados para Rudolf Caracciola, Manfred von Brauchitsch y Luigi Fagioli.

El 3 de Junio de 1934 daba comienzo el VIII ADAC Eifelrennen en Nürbürgring y Caracciola no pudo participar debido a su estado físico. Sí lo hacieron sus compañeros de Mercedes-Benz, venciendo Von Brauchitsch por delante del Auto-Union 4.4 V16 de Hans Stuck y del Alfa Romeo Tipo B/P3 2.9 S-8 de Louis Chiron.