En la senda de la tercera corona
A esa segunda victoria de la temporada le siguieron otras cinco más: San Marino, Mónaco, Hungría, Bélgica y Australia.
No obstante, el camino hacia su tercera corona no estuvo exento de dificultades. Alain Prost, su feroz rival de la temporada anterior, al no disponer de un coche competitivo, no consiguió vencer en ninguna prueba del campeonato y su falta de sintonía con Cesare Fiorio, su jefe de filas en Ferrari, unido al bajo rendimiento del F-642, llevaron la situación a un punto de ruptura que se materializó antes de acabar la temporada.
Sin embargo, fueron otros quienes se lo pusieron difícil. Los Williams consiguieron igualar su número de victorias con Nigel Mansell, ganador en Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y España, mientras que Riccardo Patrese lo hizo en México y Portugal.
En aquella temporada de 1991, otros dos pilotos completaron la nómina de triunfadores: Nelson Piquet en Canadá, robándole la cartera a un confiado Nigel Mansell, más atento a los aplausos que a traspasar la línea de meta, y Gerhard Berger en Japón, una cesión de Senna a su compañero del equipo McLaren, pese a que tampoco llegaran a tener buena sintonía entre ellos.