En Montecarlo 77 con Seis Peniques
Con la expedición alojada en el “Hotel Holliday Inn”, cuartel general de varios equipos (Lancia, FIAT, Opel y, por supuesto, SEAT), la sensación de estar “en la pomada” era total. Compartiendo listas de inscritos, clasificaciones, tiempos de los tramos (según se iban produciendo en las etapas más alejadas) y mapas del recorrido, vivimos unas horas muy gratificantes.
Al día siguiente nos desplazamos a la zona de Peira-Cava, para contemplar varias pruebas del final de “recorrido común” y, en una de ellas, Salvador Cañellas (dorsal 18), fue el protagonista. A falta de unos 200 metros para el fin del tramo, su SEAT 124 se encontró con otro coche que había trompeado. Cañellas, que le venía dando alcance, tuvo que cruzar su coche para evitar la colisión, quedando de espaldas a la meta. El otro participante pudo reincorporarse y, el pequeño catalán, enclavó la marcha atrás, llegando así al final de tramo. Los comisarios no sabían por qué ventanilla del SEAT entregarles los tiempos. Estos “taxistas” españoles están locos, debieron pensar.