Ferrari prueba el motor “Comprex” y Villeneuve lidera ya en el equipo
Tras el desastre deportivo de Ferrari en la temporada 1980, a causa de la escasa competitividad del Ferrari 312 T5, la llegada del nuevo Ferrari 126 CK con motor turboalimentado aportaba una motivación extra en los hombres de Maranello, más teniendo en cuenta la velocidad que había mostrado en su primera aparición en los entrenamientos libres del GP de Italia de 1980 (Imola).
No obstante, el nuevo coche se había mostrado difícil de conducir desde las primeras pruebas y la temporada de 1981 tampoco resultaría un camino de rosas para la “Scuderia” italiana.
Además del nuevo Ferrari 126 CK, la otra novedad de Ferrari ese año fue la sustitución de Jody Scheckter (que abandonaba la Fórmula 1 al finalizar la temporada 1980) por Didier Pironi, piloto francés que había ya cosechado varios podios con Tyrrell (1979) y Ligier (1980), dejando así a Gilles Villeneuve con la consideración de primer piloto en la “Scuderia”.
Era la primera temporada de Fórmula 1 que Ferrari afrontaba con la tecnología “Turbo” y el nuevo motor más compacto (Ferrari 031 V6 1.5 T) les había permitido evolucionar en el Ferrari 126 CK el deseado “efecto suelo” que ya empleaban sus principales rivales, aunque el retardo en su respuesta al acelerar (“turbo lag”) y la brutal entrega de potencia posterior convertían al nuevo monoplaza en una bestia difícil de dominar, aparentemente mejor adaptado para los trazados más rápidos.
Semejante situación llevaría a Nicola Materazzi (el ingeniero encargado del desarrollo del motor 1.5 V6 Turbo) a explorar también otra nueva solución que paliara los inconvenientes aportados por la turboalimentación.
El resultado sería la introducción de un compresor “Comprex” adaptado al nuevo motor 1.5 V6 (en lugar de los dos turbocompresores), solución de sobrealimentación mediante ondas de presión cuyo funcionamiento se asemejaría a la combinación de un compresor volumétrico y de un turbocompresor (aparentemente con sus ventajas y paliando sus inconvenientes).
Inicialmente, el monoplaza con dicho propulsor fue conocido como Ferrari 126 BBC (“Brown Boveri Comprex”), aunque denominado finalmente como Ferrari 126 CX. Su bautismo de fuego se realizó durante los entrenamientos libres del GP de EEUU del Oeste (Long Beach), la primera prueba de la temporada 1981, aunque se volvió a montar el motor turboalimentado para llevar a cabo la carrera.
El resultado obtenido con los propulsores turboalimentados no fue mejor sobre el trazado urbano de Long Beach, pues ambos pilotos de Ferrari abandonaron en carrera por avería mecánica, tras partir en la quinta (Villeneuve) y undécima (Pironi) posición de parrilla respectivamente.
Finalmente, en Ferrari dieron carpetazo al desarrollo del motor con el compresor “Comprex” (Ferrari 126 CX) para centrarse definitivamente en el monoplaza con propulsor turboalimentado (Ferrari 126 CK).
El compresor iba colocado en la parte superior del motor 1.5 V6 y los gases de escape (cuya salida estaba situada también en la parte alta) se acababan mezclando con el aire de admisión en el propio compresor, afectando a su rendimiento.
Aunque había sido teóricamente muy interesante, el novedoso dispositivo “Comprex” resultó ser difícil de perfeccionar para su uso en el motor de competición y la única línea de evolución continuó con el motor V6 1.5 T turboalimentado.