Formas compactas, construcción ligera y estilo “retro”
Los ingenieros y diseñadores de Alpine han partido de un papel en blanco para la creación del nuevo A110, estrenando nueva plataforma que les ha permitido trabajar en rebajar al máximo el centro de gravedad y el centro de balanceo.
Además, el pliego de condiciones fijaba un objetivo de peso que rondara los 1.100 kilogramos, propósito que no resultaba nada fácil de obtener. Esa es la razón por la que tomaron la decisión de construir una carrocería monocasco en aluminio (96 %), consiguiendo el objetivo de fabricar uno de los coches más ligeros de su categoría (el primer Alpine A110 Berlinette tenía un chasis tubular con carrocería de fibra).
El equipo de diseñadores, dirigido por Antony Villain, se encargó de dar forma al nuevo modelo con unas líneas “retro” que recuerdan por completo al modelo original de 1961, con unas dimensiones de carrocería que siguen siendo realmente compactas (4.180 x 1.798 x 1.252 mm), a pesar de haber experimentado un gran salto en tamaño respecto al primer Alpine A110 Berlinette (3.850 x 1.550 x 1.130 mm).
Los dobles faros delanteros reciben ahora tecnología LED para cortas y largas, mientras que los diodos luminosos se emplean también en los estilizados pilotos traseros.
El detalle diferenciador en el exterior de las versiones Pure y Légende tan solo lo encontramos en el diseño de las llantas, que son de 17 pulgadas de diámetro con dibujo de cinco radios dobles en las versiones Pure y cuentan con 18 pulgadas y diseño “Légende” (inspirado en las llantas de los modelos clásicos) en las versiones Légende.
En opción se ofrece también, para ambas versiones, las llantas de aleación con diseño “Sérac” de 18 pulgadas y unas ligeras llantas de aluminio forjado “Fuchs” de 18 pulgadas (fabricadas por los especialistas de Otto Fuchs), que reducen el peso en torno a un 15 % respecto a las otras llantas de aluminio de 18” (las delanteras pesan 9,1 kg cada una y las traseras 9,5 kg).
El trabajo de aligeramiento se ha hecho intensivo en buena parte de los elementos del Alpine A110, empleando aluminio en la fabricación de los triángulos superiores de suspensión y en las pinzas de freno, que en el eje trasero lleva unas nuevas mordazas desarrolladas por Brembo que tienen integrado el accionador del freno de estacionamiento eléctrico y consiguen ahorrar 2,5 kilogramos de peso en total.
A esto hay que añadir la construcción ligera de los asientos bacquet monocasco desarrollados por los especialistas de Sabelt, que han ajustado el peso a tan solo 13,1 kilogramos en cada asiento de los Alpine A110 Pure.
El remate en la lucha contra la báscula se ha llevado a tal extremo que los especialistas del equipo de sonido “Focal” han empleado aluminio y magnesio para conseguir aligerar al máximo los componentes de los altavoces.
Con todo esto, el peso final en vacío del Alpine A110 Pure es de 1.098 kilogramos, obteniendo así una afinada relación peso/potencia de 4,36 kg/CV.
El peso en vacío del Alpine A110 Légende se incrementa hasta los 1.123 kg al contar con un mayor equipamiento de serie (25 kilogramos más), lo que establece una relación peso/potencia de 4,46 kg/CV.
El trabajo aerodinámico también ha sido fundamental para incrementar la eficiencia y el agarre en curva del Alpine A110, consiguiendo un adecuado coeficiente aerodinámico (Cx 0,32).
Todos los bajos del vehículo están carenados y tienen tomas selectivas para la refrigeración de la mecánica, mientras la parte posterior está rematada con un estudiado extractor del aire para mejorar el apoyo aerodinámico, permitiendo así prescindir de alerones exteriores que también incrementan la resistencia al aire a elevada velocidad.
Además, las entradas de aire situadas en los laterales del paragolpes delantero generan unas cortinas aerodinámicas que mejoran el flujo alrededor de los pasos de rueda, contribuyendo a reducir el arrastre (fricción del fluido).