Incremento de la carga aerodinámica en los Fórmula 1 2017
Desde hace ya varias décadas, el diseño aerodinámico pasó a ser el elemento más decisivo en la competitividad de los monoplazas de Fórmula 1, ensalzando el trabajo de maestros como Colin Chapman, John Barnard, Rory Byrne o Adrian Newey.
El apoyo aerodinámico aporta un mayor agarre de los neumáticos y es el único capaz de permitir a los monoplazas superar fuerzas de aceleración transversal y deceleración longitudinal superiores a 1 G.
En la temporada 2009, la FIA decidió disminuir la importancia del efecto aerodinámico en los Fórmula 1, introduciendo numerosos cambios que reducían su efectividad y alerones más pequeños delante y detrás (con la intención de facilitar los adelantamientos en carrera).
Ahora, en la temporada 2017, se produce una vuelta hacia atrás en el reglamento técnico, que vuelve a incrementar la carga aerodinámica de los monoplazas para mejorar su eficacia.
En la parte delantera, el alerón se ha ensanchado nada menos que 150 mm, para alcanzar una anchura total de 1.800 mm (1.650 mm en los anteriores monoplazas). Además, se ha prolongado 200 mm la distancia entre la línea del eje delantero y el extremo del alerón (incrementa la presión aerodinámica que ejerce el alerón), de manera que el voladizo máximo frontal pasa a ser de 1.200 mm (1.000 mm en los F1 2016), mostrando una apreciable forma de flecha en los alerones delanteros.
El fondo plano reduce su longitud en la parte delantera, cuyo extremo frontal está situado en los renovados monoplazas a 430 mm de la línea del eje delantero (330 mm en los anteriores monoplazas).
A cambio, los deflectores situados en los laterales del “cockpit” (por delante de los pontones) son más largos, modificación que ayuda a canalizar el aire y a incrementar el apoyo aerodinámico ejercido por el fondo plano.
En la parte trasera, el voladizo máximo permitido es ahora de 710 mm (entre la línea del eje trasero y la parte posterior del alerón trasero) y la anchura máxima del alerón también se ha incrementado hasta los 950 mm (750 mm en los F1 2016), además de rebajar su altura hasta los 800 mm, respecto al fondo plano del monoplaza (950 mm en el anterior F1 2016).
Dicho alerón trasero se ha retrasado respecto al eje trasero para incrementar la presión aerodinámica que ejerce sobre la carrocería y puede recibir, además, un segundo plano aerodinámico (situado a 375 mm de altura máxima respecto al fondo plano) en su parte inferior (aprovecha el chorro caliente de los gases de escape).
El difusor posterior también introduce notables modificaciones que han incrementado el efecto de succión. Su anchura es ahora de 1.050 mm y su altura máxima es de 175 mm respecto al fondo plano del monoplaza (1.000 y 125 mm respectivamente en los F1 2016), además de prolongar su longitud 175 mm.
Junto a todas estas mejoras en la aerodinámica, la carrocería también ha experimentado cambios importantes. De entrada, la anchura máxima de los Fórmula 1 ha recuperado los 2.000 mm que ya tuvieron en el pasado (1.800 mm en los F1 entre 1998 y 2016).
El reglamento técnico especifica ahora que la carrocería puede tener una anchura máxima de 1.600 mm (la anchura máxima de los pontones laterales era de 1.400 mm en los anteriores F1 2016).
Para evitar posibles daños a los neumáticos de otros participantes en caso de contacto entre dos coches, las partes de la carrocería más expuestas deberán tener al menos 10 mm de anchura (por ejemplo en los planos laterales de los alerones).
Todo esto hace que las dimensiones tipo de un Fórmula 1 2017 tengan 5.000 mm de longitud, 2.000 mm de anchura y 950 mm de altura.
Si al incremento de la carga aerodinámica le sumamos el ensanchamiento de los neumáticos, el resultado que encontramos es una velocidad de paso por curva y una capacidad de frenada mucho mejores. Se estima que los nuevos monoplazas van a rodar en torno a dos segundos por vuelta más rápido gracias a las mejoras aerodinámicas y otros dos segundos adicionales gracias a la mayor anchura de los neumáticos.
Y todo esto a pesar de que el peso mínimo de los monoplazas (con piloto incluido y sin combustible) se ha incrementado hasta los 728 kilogramos (702 kg en los Fórmula 1 2016), con la obligación de no tener menos de 330 kg repartidos en el eje delantero y 391 kg sobre el eje trasero (319 y 376 kg respectivamente en los anteriores F1 2016).