Interior biplaza preparado para carretera y circuito
El interior del Porsche 911 GT3 muestra una presentación claramente “racing”, en donde los asientos traseros han desaparecido, para aligerar peso y para dejar sitio a unas barras antivuelco que van atornilladas al piso (se pueden montar y desmontar a voluntad del propietario).
Dicho arco de seguridad es una opción sin sobreprecio que se incluye dentro del “Paquete Club Sport” que llevaba la unidad que he probado y que también incluye unos excelentes asientos bacquet con estructura “composite”, que combina la fibra de vidrio con fibra de carbono.
Sin llegar a ser de competición (son abatibles en el respaldo y llevan integrado el airbag lateral), ofrecen una sujeción lateral digna del mejor asiento bacquet de carreras y también resultan algo más funcionales para la conducción por carretera.
Gracias a la amplia regulación del volante en altura y profundidad, resulta sencillo encontrar la posición de conducción apropiada y todos los mandos se encuentran bien distribuidos y al alcance del conductor.
El ya característico cuadro de instrumentación (con cinco esferas) es toda una declaración de intenciones en el Porsche 911 GT3, donde destacan el cuentavueltas con fondo en color “Titanio”, junto a las agujas y marcas de escala en amarillo. Los indicadores analógicos se combinan con una pantalla en color de 4,6” que permite al “piloto” visualizar una amplia fuente de información, como fuerzas “G”, tiempos por vuelta, presión de los neumáticos, nivel de aceite… así como los detalles del equipo multimedia (navegador, radio, CD, teléfono), el ordenador de viaje, distintas funciones programables y mensajes sobre los reglajes mecánicos seleccionados (suspensión, control de estabilidad “PSM” y escape deportivo).
A pesar de su condición inspirada en la competición, la presentación interior es exquisita, con revestimientos en materiales de agradable tacto y una calidad de acabado sobresaliente. Además, Porsche ofrece a su propietario la posibilidad de equiparlo de una forma lujosa (a base de abundante equipamiento opcional), aunque no parece muy lógico cargar de kilos adicionales un coche en el que se ha trabajado tanto para aligerar su peso (para eso es mejor comprar un 911 Carrera S o Carrera GTS).
Tampoco recomendaría montar los asientos bacquet opcionales a todos aquellos que no vayan a rodar asiduamente en circuito, puesto que los asientos deportivos “SportPlus” de tipo bacquet que lleva de serie ofrecen también una excelente sujeción lateral y resultan más lógicos y confortables para su uso por carretera.
Tapicería mixta en cuero y Alcántara, costuras de contraste en color “Gris Plata” o “Rojo Guardia” y molduras decorativas de distintos tipos (aluminio pulido, en el color de la carrocería, de fibra de carbono, etc) realzan la imagen de su habitáculo inspirado en las carreras, aunque el listado de opciones incluye numerosas configuraciones de personalización a elegir por el propietario.
Algunos elementos opcionales, como los faros activos orientables en curva, los retrovisores antideslumbramiento con sensor de lluvia, el equipo de navegación o el control de órdenes mediante voz, bien merecerían estar incluidos en el equipamiento de serie de un coche cuyo precio ronda ya los 160.000 euros.
También se merecería de serie el “Paquete Sport Chrono” ofrecido en opción, que además del cronómetro analógico y digital localizado en la parte superior del salpicadero, incluye la nueva aplicación “Porsche Track Precission App” para los actuales “smartphone”, dispositivo con el cual se pueden registrar los datos de distintos parámetros para su posterior análisis, como los tiempos por vuelta, la velocidad instantánea del coche en cada punto del circuito y las aceleraciones laterales y longitudinales, entre otras cosas.
Otros elementos como los frenos carbono cerámicos “PCCB” o el sistema elevador de la altura del eje delantero (para entrar con más facilidad en aparcamientos subterráneos) son algunos más de los elementos que podemos encontrar en la lista de opciones del nuevo Porsche 911 GT3.