INYECCIÓN DIRECTA / CARBONILLA
INYECCIÓN DIRECTA
Comportamiento deportivo
El Golf R es pura adrenalina y tiene una puesta a punto realmente deportiva, mostrando una estabilidad excepcional en todo tipo de carreteras. Su sistema de amortiguación variable “DCC” aporta un aplomo envidiable y es una opción plenamente recomendable para una conducción a fondo.
Facilidad de conducción
A pesar de su toque “R”, una de los aspectos que más sorprende es su facilidad de conducción, resultando muy predecible en todo momento gracias a sus reacciones progresivas.
Respuesta del motor
Su motor de inyección directa sobrealimentado no sólo se muestra enérgico en conducción exigente, sino que también resulta muy agradable de utilizar en el uso cotidiano gracias a su excelente y progresiva respuesta desde bajo régimen. Entre poco más de 2.400 rpm y 6.500 vueltas es pura energía.
Prestaciones
En aceleraciones a fondo estira pleno de energía hasta llegar a la zona roja del cuentavueltas (6.500 rpm) e, incluso, permite apurar en determinados momentos hasta 6.750 rpm sin aparente desfallecimiento, a pesar de que el régimen de potencia máxima se encuentra a 6.000 rpm. Con todo esto, sus prestaciones son realmente satisfactorias.
Capacidad de tracción
Su sistema de tracción total “4Motion” mediante embrague Haldex aporta una motricidad excelente en toda circunstancia y permite acelerar pronto a la salida de las curvas para aprovechar a fondo los 271 CV. La buena puesta a punto de su gestión electrónica aporta un eficaz reparto de par variable entre ambos ejes.
Dirección rápida
Tiene una dirección rápida y precisa, con una asistencia eléctrica que ofrece un tacto adecuado a la filosofía deportiva del Golf R. Además, su capacidad de giro es adecuada. En las versiones con amortiguación “DCC” el grado de asistencia de la dirección también se ajusta al tipo de programa seleccionado.
Cambio suave, rápido y preciso
El cambio manual de seis velocidades tiene un accionamiento excelente y el adecuado escalonamiento de las marchas permite aprovechar a fondo las cualidades del motor. La velocidad máxima se alcanza por encima del régimen de potencia máxima, indicando de forma evidente el planteamiento “R” de un conche sin concesiones excesivas al confort.
Capacidad de frenada y buen tacto
En el equipo de frenos no se han andado con pequeñeces y recurre a cuatro discos ventilados de generoso diámetro. El resulto es satisfactorio en potencia, tacto, capacidad de frenada y resistencia al trato exigente.
Puesto de conducción
Tiene un puesto de conducción cómodo y bien adaptado a una conducción de estilo deportivo. Cuenta con varios guiños “racing”, como los pedales en aluminio o el volante de corte deportivo, además de contar con unos asientos de tipo bacquet realmente envolventes.
Calidad de acabado
El Golf R tiene una presentación interior bien cuidada. El ajuste de todos los elementos parece adecuado, así como el remate de las distintas piezas. Plástico pintado de suave tacto, plásticos mullidos, terciopelo, cuero y Alcántara son algunos de los agradables materiales utilizados en sus revestimientos interiores.
Posibilidades de equipamiento
Al abundante equipamiento de serie podemos unir una serie de elementos opcionales que permiten componer un coche a la medida en el que no echaremos nada en falta.
Habitabilidad y funcionalidad
El Golf R tiene un habitáculo aprovechable y funcional, incluso en la carrocería de 3 puertas. Detrás hay buen espacio para las piernas, holgada altura libre al suelo y anchura suficiente para acomodar bien a dos adultos, aunque esté perfectamente acondicionado para cinco posibles pasajeros. El maletero tiene una forma muy aprovechable.
CARBONILLA
Leve tendencia subviradora
Tan solo llevado hasta sus límites, podemos apreciar una cierta tendencia subviradora que nos lleva a arrastrar levemente las ruedas delanteras a la entrada de las curvas más cerradas si no lo frenamos bien antes de inscribir la trayectoria.
Confort de marcha
Su planteamiento claramente deportivo nos deja sentir la dureza de las suspensiones en cada irregularidad de la carretera. Así pues, abstenerse de compra aquellos que hayan visto el Golf R simplemente como un coche “pintón”.
ABS entrometido
Si bien en carreteras con buen asfalto su funcionamiento es soberbio, en carreteras bacheadas podemos apreciar cómo el ABS entra en funcionamiento antes de lo deseable cuando apuramos las frenadas.
Ruidos aerodinámicos
A elevada velocidad podemos apreciar ciertos ruidos aerodinámicos que restan confort acústico en el habitáculo.
Posición alta de los pedales
Los pedales del Golf están situados demasiado alto y obligan a mover las piernas más de la cuenta para accionarlos, restando confort de conducción. El largo recorrido del pedal de embrague ralentiza el accionamiento del cambio.
Ciertos plásticos duros
La parte inferior del salpicadero y de las puertas están realizadas en un plástico duro de mejorable tacto. Además los rebordes de las bolsas de las puertas merecen otro remate más cuidado.