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Mercedes-Benz C 250 Coupé Sport

Escrito por: Víctor M. Fernández - 12 noviembre 2012

INYECCIÓN DIRECTA / CARBONILLA

INYECCIÓN DIRECTA

Equilibrio y sensación de aplomo

Su amplia distancia entre ejes y buena puesta a punto de las suspensiones aporta una elevada sensación de estabilidad y aplomo en todo tipo de carreteras, especialmente en vías rápidas.

Relación entre estabilidad y confort

Aunque el reglaje de las suspensiones es duro, la amortiguación filtra bien las irregularidades del piso, aportando un acertado compromiso de confort en el uso cotidiano sin prescindir de una elevada estabilidad en curvas.

Respuesta del motor y sonido

A pesar de su escasa cilindrada, su motor 1.8 turbo de cuatro cilindros en línea ofrece una respuesta excelente desde bajo régimen, además de un sonido muy agradable gracias al escape deportivo que lleva de serie.

Prestaciones

No es un motor que sorprenda por su empuje, sino por cómo empuja desde bajo régimen, ofreciendo un brillante nivel de prestaciones en relación a su peso y potencia (7,2 kg/CV), además de una elevada velocidad máxima.

Consumo moderado

Sin llegar a las cifras reflejadas en los consumos homologados por el fabricante, su motor mantiene un gasto moderado en líneas generales. El consumo es realmente ajustado en conducción suave y aumenta de manera apreciable conforme vamos exprimiendo la potencia.

Funcionamiento del cambio en modo “manual”

El cambio automático “7-G Tronic Plus” tiene un funcionamiento especialmente bueno en el modo de manejo “manual”, donde se muestra más eficaz, rápido y preciso en su respuesta.

Calidad de frenada

El sobredimensionado equipo de frenos de la versión “Sport” cumple con creces por tacto, potencia y resistencia al sobrecalentamiento.

Tacto y precisión de la dirección

Lleva de serie la dirección paramétrica deportiva, que resulta rápida y precisa en cualquier circunstancia, además de ofrecer un grado de asistencia excelente en todo momento y una capacidad de giro ejemplar.

Puesto de conducción

La excelente ergonomía de todos los elementos, la adecuada disposición de los mandos y el corte deportivo de los asientos, el volante, el pomo del cambio y los pedales permiten disfrutar a fondo de la conducción, además de encontrar con facilidad la posición al volante apropiada.

Calidad de acabado

El nivel de terminación, la calidad de los revestimientos y el buen ajuste de todos los elementos resulta excelente en el interior de este Mercedes.

Nivel de equipamiento disponible

Si el equipamiento de serie es ya de por sí abundante, la lista de opciones permite configurar un coche a la medida de los conductores más exigentes.

CARBONILLA

Tendencia subviradora

En carreteras reviradas muestra una cierta tendencia subviradora que le resta eficacia a la hora de inscribir el morro en las curvas cerradas. La excesiva anchura de sus neumáticos traseros tiene mucho que ver en ello.

Escalonamiento del cambio mejorable

Aunque el excelente par motor de su propulsor turboalimentado es capaz de tirar con solvencia de unos desarrollos de cambio más bien largos, un escalonamiento más cerrado entre las marchas aportaría más prestaciones y sensaciones en este modelo.

Funcionamiento del cambio en el programa “Sport”

El funcionamiento del cambio automático en el programa “Sport” me ha parecido demasiado “radical” y no se adapta adecuadamente a la situación puntual de conducción. A veces apura el régimen más de la cuenta y otras reduce más marchas de lo necesario. Parece exclusivamente puesto a punto para conducir siempre a fondo, sin término medio.

Anchura excesiva de los neumáticos

Con 204 CV de potencia, este coche no necesita tanta anchura de neumático pisando el suelo. Sin duda, su medida es excesiva, afectando no solo a su tendencia subviradora (demasiado agarrado en el eje trasero), sino también a las prestaciones y el consumo. En contrapartida, tener tanto neumático permite ensalzar el aspecto visual exterior.

Eficacia del “ETS”

El “sistema electrónico de tracción”, que actúa a modo de autoblocante, muestra una eficacia limitada en conducción exigente, aunque también es cierto que la relación entre potencia y anchura de neumáticos no compromete en exceso la capacidad de tracción de este coche.

Precio elevado

Conducir un producto de Mercedes tiene siempre un precio elevado. Calidad de acabado, cualidades mecánicas e imagen de marca gravan ampliamente la tarifa final de un coche plenamente satisfactorio pero algo caro respecto a otras opciones.