La temporada 1982 comienza con polémica
Hay miles de motivaciones y muchos rumores en su retorno a la Fórmula 1, pero el doble campeón austriaco afirma que, lo que le ha convencido, son las bondades de la estructura de McLaren. De todas formas, Niki Lauda está también necesitado de dinero y para el gran regreso se habla de un impresionante contrato de 3,2 millones de dólares.
Son pocos los que creen que esa loca apuesta de McLaren con Lauda vaya a salir bien. Después de tanta inactividad, se cuestionan qué va a ser capaz de lograr el piloto austriaco.
A principios de 1982, Niki Lauda vuelve rápidamente a ser protagonista, incluso antes de subirse al coche. Para correr en F1 se necesita ahora la súper licencia, una norma hecha a propósito para impedir que se presenten en la máxima categoría algunos principiantes temerarios que llegan impulsados casi exclusivamente por el dinero familiar. Por ello, para correr en F1 es necesario que durante el año precedente el solicitante hubiera ganado carreras de Fórmula 3 o de Fórmula 2.
Con Niki Lauda, como con el regreso de Alan Jones cuatro años después, se hace una excepción, pero al doble campeón del mundo de Fórmula 1 le llega un absurdo cuestionario en el cual se especifica que su súper-licencia ha sido emitida bajo el nombre de Niki Lauda-McLaren.
Lauda piensa que se es idóneo o no y que la escudería no tiene nada que ver. Piensa que los pilotos corren el riesgo de ser tratados como una especie de esclavos al servicio de las escuderías, limitándose a conducir, mientras las decisiones de todo las tomaban los equipos.
El austriaco lleva a casi todos los pilotos a su terreno y la protesta explota en el circuito de Kyalami (Sudáfrica), el primer GP de la temporada 1982. Encerrados voluntariamente en la habitación de un hotel, Lauda y compañía resisten a las amenazas de la Federación Internacional de Automovilismo y de su jefe, Jean- Marie Balestre, hasta que logran cambiar ese tipo de súper-licencia. Es una situación que pone inmediatamente en evidencia el carisma del que goza todavía Niki Lauda.
Pero, aquella temporada, Lauda obtiene también óptimos resultados en la pista. Ya en la tercera carrera, el GP de EEUU Oeste, consigue la victoria sobre el circuito urbano de Long Beach con el McLaren MP4/1B y también vence en el GP de Gran Bretaña, disputado en Brands Hatch.
Las dos victorias y un podio más en el GP de Suiza, disputado en Dijon, proyectan a Niki Lauda hasta el quinto puesto en la clasificación final del mundial, un buen regreso que colma sus expectativas.