Las grandes pruebas de carretera de 1955
Mercedes-Benz, con Fangio a los mandos del nuevo 300 SLR Sport, pretende ganar la “Mille Miglia” de 1955, prueba puntuable para el Campeonato del Mundo de Turismo, una carrera por las carreteras abiertas de Italia, escenario de grandes gestas de los campeones italianos Tazio Nuvolari y Achille Varzi en los años precedentes.
El Mercedes 300 SLR era un impresionante turismo descendiente directo de los Fórmula 1, que en manos de Juan Manuel Fangio, Stirling Moss, Karl Kling y Hans Herrmann se lanzaron a la conquista del triunfo. Kling se estrella camino de Roma y Fangio tiene unos problemas de motor que, en un principio sus mecánicos no toman en consideración. Hasta que descubren en una parada que el coche iba en siete cilindros por rotura de la bomba de inyección. Tras la carrera de su vida, Moss hace un promedio de 157,6 km/h, tardando 10 horas en llegar desde Brescia a Roma y volver.
Stirling Moss iba acompañado por un navegante que le guiaba con su libro de notas en cada metro de la carrera, algo poco usual en la época. Fangio se negó a llevar acompañante, después de una experiencia traumática en Perú en la que falleció su copiloto, antes de su venida a Europa. Aún así, el argentino finalizó segundo clasificado, a 27 minutos, mientras que Moss fue el primer piloto británico en ganar la carrera clásica italiana.
Moss demostró lo mejor de sí mismo como piloto de turismos y Fangio solo le venció sobre un turismo Mercedes en el Trofeo Eifel, que se disputaba en el Nürburgring. A finales de Mayo de 1955, las “Flechas de plata” presentaban a dos Campeones del Mundo, el de Turismos y el de Fórmula 1, Moss y Fangio, Fangio y Moss mostraban tal superioridad que los Mercedes parecían imbatibles.
La “Targa Florio” de octubre de 1955 era la prueba que habría de decidir el Campeonato Mundial de Turismos. Para batir a Ferrari, en este histórico circuito montañoso en Sicilia, Mercedes inscribió a todos sus pilotos, incluyendo a Fangio y Moss. Con ocho juegos de ruedas para cada uno y 45 mecánicos.
Moss se salió de la carretera en la tercera vuelta y aterrizó sobre el campo, aunque los espectadores consiguieron devolver su Mercedes a la competición. Stirling ya tenía algo que contarle al director deportivo cuando llegó con el coche muy dañado a boxes. Su compañero, Peter Collins, subió al coche perjudicado y, entre él y Moss relevándose, dieron una auténtica exhibición, adelantando a Fangio, que perdió más de cuatro minutos en boxes cuando los mecánicos intentaban abrir el depósito de gasolina sin conseguirlo. A pesar de ello, una vez más los Mercedes fueron los primeros, con victoria de Moss/Collins y Fangio en segunda posición.
A pesar de los éxitos deportivos y el triunfo de Mercedes, la temporada de 1955 quedó marcada bajo la sombra del desastre acaecido en el mes de junio durante las 24 Horas de Le Mans.