Llantas de fibra de carbono con tecnología aeroespacial
El Ford Mustang Shelby GT350R lleva de serie unas exclusivas llantas de 19” de diámetro construidas en fibra de carbono, que han sido desarrolladas expresamente para esta versión “Shelby” por los especialistas de “Carbon Revolution”.
Su tamaño no pasa desapercibido, con 11 x 19 pulgadas en las ruedas delanteras y 11,5 x 19 pulgadas en las ruedas traseras, montadas sobre unos imponentes neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 de tipo “semi slick” en medida 305/30 ZR19 delante y 315/30 ZR19 detrás (llama la atención la generosa anchura de los cuatro neumáticos, con los delanteros casi tan anchos como los traseros).
La principal ventaja de las llantas de fibra de carbono que lleva el Mustang Shelby GT350R es que reducen el peso total en torno a 27 kilogramos respecto a unas llantas similares de aleación de aluminio, resultando especialmente beneficioso en el trabajo de la amortiguación (al rebajar el peso de las masas no suspendidas casi 7 kilogramos por rueda).
Pero, además, el menor peso de las llantas de fibra de carbono y la reducción de su inercia rotacional (en torno a un 40 %) también permite optimizar su respuesta en las aceleraciones, la frenada y la rapidez direccional del coche, aportando un comportamiento más preciso en conducción al límite y unas prestaciones más eficaces (en aceleración y deceleración).
Dichas llantas están pintadas en color negro brillante (no queda vista la fibra de carbono para preservarla de sustancias corrosivas como la sal) y las llantas delanteras llevan en su interior un revestimiento térmico cerámico (mediante un arco de plasma que licua el material cerámico) empleado en el sector aeroespacial, que está preparado específicamente para proteger la llanta de las elevadas temperaturas a las que pueden trabajar los discos de freno (con picos de hasta 900º centígrados en el eje delantero).
En el proceso de fabricación, las llantas de fibra de carbono del Ford Mustang Shelby GT350R son sometidas a un meticuloso control de calidad en el que se toman cerca de 18.000 imágenes de Rayos X y se inspeccionan nada menos que 246.000 puntos de la llanta.
Cada llanta del GT350R está fabricada con hilos de fibra de carbono suficientes para dar la vuelta al mundo dos veces y que son diez veces más finos que un pelo humano, aspecto que permite obtener una rigidez estructural 13 veces superior a la de una llanta de aluminio.
Las llantas del “Shelby” más radical tienen un peso que ronda los 8,2 kilogramos cada una, mientras que la misma llanta de aluminio tendría un peso aproximado de 15,0 kilogramos, lo que supone una reducción de peso superior al 40 por ciento.
La adopción de las llantas de fibra de carbono ha permitido realizar un recalibrado específico en la amortiguación regulable “MagneRide” del Ford Mustang Shelby GT350R (gracias a la importante reducción de peso que aporta en las masas no suspendidas), absorbiendo también con más eficacia las ondulaciones del terreno (deja atacar los pianos de los circuitos con mucha decisión, sin que se produzcan rebotes que descoloquen la trayectoria).