Lo mejor está en marcha
Sus principales virtudes las descubrimos en cuando lo ponemos en marcha. El motor V6 de 3,7 litros de cilindrada es un prodigio de suavidad y agradable funcionamiento desde bajo régimen. Su sistema de distribución variable (VVEL) actúa no sólo sobre el momento de apertura de las válvulas sino también sobre su alzada, desarrollando así una respuesta muy progresiva y una potencia máxima de 328 CV a 7.000 rpm. No obstante, desde las 4.600 rpm parece “respirar” con más fuerza y estira pleno de energía hasta alcanzar el corte de inyección a 7.600 vueltas.
Con semejante propulsor, el 370Z Roadster ha mejorado a su antecesor en prestaciones y consumo, aunque sigue sin ser tan rápido en aceleración como un BMW Z4 sDrive35i o el Porsche Boxster S. Además, es más “glotón” que sus rivales y, en un recorrido mixto por ciudad y carretera, será difícil bajar de los 12,6 l/100 km, incluso conduciendo a ritmo suave. Si damos rienda suelta al acelerador por una carretera de montaña, el consumo se puede disparar hasta cifras cercanas a los 28 litros/100 km.
Lo que también ha perdido ha sido el impresionante “aullido” que emanaba del escape del anterior 350Z cuando acelerábamos con decisión. El nuevo 370Z suena bonito, pero no tanto como antes.