Mejoras en la transmisión y motor 4.0 V8 biturbo con 579 CV
El Bentley Continental GT3-R tiene bajo el capó el mismo motor 4.0 V8 con doble turbocompresor e intercooler que llevan el Continental GT V8 (507 CV) y el Continental GT V8 S (529 CV), aunque ha experimentado una nueva evolución para incrementar su potencia hasta 579 CV a 6.000 rpm (145 CV/litro) y obtener un par máximo de 700 Nm entre 1.700 rpm y 5.200 rpm.
Este propulsor V8 está fabricado enteramente en aluminio, cuenta con inyección directa de gasolina, cuatro válvulas por cilindro y distribución variable en sus dos bancadas de cilindros. Además, recibe mejoras en sus dos turbocompresores de doble entrada “Twin Scroll” (situados en paralelo), en la gestión electrónica de la alimentación del motor y en el sistema de escape, que cuenta con una nueva línea fabricada en titanio que no solo reduce 7 kilogramos el peso total del conjunto sino que también aporta un rugido todavía más grave y sugerente.
En los momentos de funcionamiento a baja carga, este motor V8 de Bentley puede desactivar cuatro de sus cilindros de forma automática para ofrecer así un consumo contenido cuando no exigimos todo su potencial.
Dicho propulsor está asociado a una caja de cambios automática “ZF” con convertidor de par y 8 velocidades, cuyo grupo final se ha modificado para acortar un 18,8 % el desarrollo de las marchas y ofrecer un escalonamiento más cerrado. El conductor puede seleccionar entre dos programas de funcionamiento completamente automático (“Drive” y “Sport”) o recurrir a la selección manual secuencial mediante las dos levas situadas fijas en la columna de la dirección, que permiten cambiar de marcha en tan solo 800 milisegundos de tiempo. Toda la gestión electrónica de la caja de cambios ha sido recalibrada en esta versión GT3-R para ofrecer una respuesta más rápida y directa a las solicitudes del conductor, diferenciando en mayor medida el funcionamiento entre los programas “Drive” y “Sport”.
La tracción es permanente a las cuatro ruedas, con un reparto de par del 40 : 60 por ciento entre los ejes delantero y trasero en condiciones normales, aunque el sistema activo permite llegar a disponer de hasta un 65 % de par en las ruedas delanteras y hasta un 85 % en las ruedas traseras en situaciones puntuales.
Por primera vez en un coche de la marca británica, el Bentley Continental GT3-R introduce un control activo de guiñada en el eje trasero (vectorización del par) que actúa mediante el frenado selectivo de la rueda interior para incrementar la agilidad de guiado en las curvas.
También recibe un nuevo recalibrado en la gestión electrónica del control de tracción, el control de estabilidad y la suspensión regulable, con el fin de ofrecer un funcionamiento aún más dinámico y acorde con su planteamiento “R”.