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Toyota GR Yaris GR-FOUR 2020

Escrito por: Víctor M. Fernández - 11 enero 2021

Misma diversión pero más eficacia en el Toyota GR Yaris “Circuit Pack”

Aparte de las diferencias “cosméticas” (pinzas de freno de color rojo y tomas de refrigeración delanteras para los frenos), los elementos que introduce el paquete opcional de circuito (“Circuit Pack”) en el Toyota GR Yaris aportan un plus de deportividad y eficacia en un coche ya de por sí muy eficaz y divertido de conducir en su versión estándar.

Los diferenciales autoblocantes “Torsen” en ambos ejes, la suspensión “GR” de circuito (con amortiguadores, muelles y estabilizadoras menos flexibles), las llantas “BBS” de aluminio forjado (2,5 kg más ligeras cada una que las llantas “Enkei” estándar) y los neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S aportan cada uno de ellos y en su conjunto un grado de eficacia superior en conducción deportiva, así que estaba dispuesto a poner a prueba sus ventajas (de nuevo sobre un empapado asfalto en el circuito del Jarama).

Con las sensaciones todavía frescas del Toyota GR Yaris estándar, las primeras impresiones no difieren inicialmente en esta versión con el “Paquete Circuito” con el que entro en pista… pie en la tabla.

El motor empuja igual de enérgico, el cambio muestra el mismo tacto con recorridos cortos, los poderosos frenos paran con la misma contundencia (también se siguen encendiendo los intermitentes en cada apurada de frenada), el sistema “iMT” aporta la misma rapidez y suavidad en las reducciones, la rápida dirección inscribe el morro con idéntica precisión… pero los diferenciales “Torsen” y el agarre de los neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S se encargan de marcar la diferencia a la hora de dar gas a la salida de las curvas.

Llevo los controles electrónicos conectados y aprecio rápidamente cómo el control de tracción ya no tiene que intervenir tanto como en la versión estándar. Los diferenciales autoblocantes en ambos ejes ayudan a la tracción total “GR-FOUR” a poner con más eficacia la potencia en el suelo, conteniendo las posibles pérdidas de motricidad de las ruedas interiores en medio de un apoyo.

El coche tracciona todavía más limpio, más progresivo, más enérgico, con menor deslizamiento de las ruedas y avanzando siempre hacia delante.

De nuevo llevo el sistema de tracción total en el programa de circuito (“Track”), para hacer la prueba con el GR Yaris “Circuit Pack” en las mismas condiciones que en la versión estándar.

Aunque dicho programa parte inicialmente sobre un reparto de tracción del 50 % en ambos ejes, en la práctica va variando y adaptando el reparto de par en función de las situaciones de conducción puntuales, ofreciendo así la máxima eficacia de conducción.

Llega el momento de probarlo también sin las ayudas electrónicas y las desconecto por completo. El piso deslizante (sobre lluvia) exige ahora dosificar algo mejor las fases de aceleración (para no arrastrar el morro en la salida más de la cuenta), aunque la tracción total “GR-FOUR” y los autoblocantes “Torsen” nos permitan transmitir la potencia al suelo con extraordinaria eficacia.

El ritmo al que permite rodar sobre el asfalto empapado es imponente (impensable en un coche con tracción delantera o trasera), hasta el punto de que otros deportivos de mayor potencia que están rodando también en el mojado circuito claudican ante nuestra llegada con el Toyota GR Yaris “Circuit Pack”, sin poder hacer nada para evitarlo.

Al llegar a las curvas más cerradas selecciono el programa “Sport” de la tracción total para ver cómo reacciona (con reparto inicial del 30 % en el eje delantero y del 70 % en el eje trasero), pero tampoco soy capaz de sacar conclusiones determinantes en tan solo un par de curvas (no había tiempo suficiente para probarlo en su justa medida).

Lo que sí aprecio es que sigue primando la eficacia y el programa “Sport” del Toyota GR Yaris no parece concebido como un programa “Drift” para ir derrapando, como ocurre en otros coches como el Ford Focus RS III (350 CV) o el Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC+ (421 CV), donde el sobreviraje queda más marcado (ayudados también por su mayor potencia).

Lo que tampoco puedo apreciar en su justa medida son las bondades de la suspensión “GR” menos flexible que incluye el “Paquete Circuito”, porque la pista tan mojada hace que la suspensión algo más blanda de la versión estándar se muestre realmente “cañonera” en tales condiciones más deslizantes.

Seguro que la suspensión “GR” más dura muestra sus verdaderas virtudes sobre asfalto seco, conteniendo con mayor eficacia la transferencia de pesos que la suspensión que lleva estándar (también deportiva pero más flexible).

En cualquier caso, el nuevo Toyota GR Yaris hereda, en frasco “pequeño”, aquellas cualidades dinámicas que nos enamoraron de antecesores como el Lancia Delta HF Integrale, el Ford Escort RS Cosworth, los Mitsubishi Lancer Evolution o los Subaru WRX STi, coches que nacieron pensando en la competición y brillaron en el mundo de los rallies (todos ellos con tracción total).

El GR Yaris es ahora el exponente moderno para divertirse al volante, un juguete perfecto para disfrutar de la conducción y las reacciones deportivas sin necesidad de ir a coches mucho más caros y potentes.

Y mi sensación es que, tan solo aquellos que sean capaces de explorar los límites dinámicos del Toyota GR Yaris, sabrán apreciar en su justa medida las ventajas que aportan los elementos adicionales del “Paquete Circuito” (dada la extraordinaria eficacia que muestra y el “trapo” al que permite rodar).

Para el resto de los conductores, la versión estándar será más que acertada y se pueden ahorrar los 5.000 euros de la opción “Circuit Pack”, aunque lo bueno se paga con dinero y siempre aportará sus ventajas.