Motor 2.0 Turbo con 360 CV de potencia
El nuevo propulsor del Mercedes A 45 AMG es el cuatro cilindros en línea de producción en serie más potente realizado hasta la fecha. También el que ofrece una mayor potencia específica en el mundo, con nada menos que 180,8 CV/litro, al tener tan solo 1.991 cm³ de cilindrada (sin contar las preparaciones especiales de otros fabricantes).
Para conseguirlo, los ingenieros de Mercedes han partido sobre la base del motor 2.0 de inyección directa de gasolina que lleva también el A 250 (211 CV a 5.500 rpm), al cual le han dotado con un aligerado cigüeñal de acero forjado, nuevos pistones forjados de menor peso, segmentos con menor resistencia al deslizamiento y paredes de los cilindros revestidos con una “nano película” de baja fricción, además de llevar una nueva tapa del cigüeñal en aluminio más ligero.
El sistema de distribución variable se ha adaptado a los nuevos requerimientos del motor, que tiene inyectores piezoeléctricos específicos (que funcionan a presiones por encima de los 140 bar), un turbocompresor “twin scroll” de doble entrada (que genera una sobrepresión de hasta 1,8 bar) y un nuevo intercambiador de calor “aire-agua” (que optimiza la entrada de aire más fresco a las cámaras de combustión).
Con todo esto el motor pesa tan solo 145 kilogramos y desarrolla una potencia de 360 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 450 Nm entre 2.250 y 5.000 rpm, cifras que le permiten una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y una velocidad máxima autolimitada electrónicamente a 250 km/h.
Gracias a las múltiples pulverizaciones de combustible que permiten por ciclo los nuevos inyectores, a la introducción de un sistema “Start & Stop” y a la adopción de un alternador de “carga inteligente” (trabaja principalmente en fases de retención), el consumo obtenido también resulta muy ajustado, con una media homologada de 6,9 litros/100 km.
El sistema de escape recibe una configuración con doble tramo que permite ofrecer una sonoridad más pronunciada en las fases de máxima aceleración. Con una tecnología que deriva de la empleada en el Mercedes SLK 55 AMG, cuenta con una mariposa controlada electrónicamente que, cuando se abre, permite escuchar el sonido del motor en su máxima expresión, manteniendo un nivel de sonoridad contenido en los momentos de baja aceleración.
Para los inconformistas, también se ofrece en opción un escape deportivo opcional “AMG Performance” que incrementa aún más las sensaciones acústicas percibidas, provocando un petardeo perceptible en los momentos de cambio de marcha.
Como todos los propulsores “AMG”, el que lleva el Mercedes A 45 AMG está ensamblado a mano por un solo operario que plasma su firma en una chapita exclusiva situada en la parte superior, aunque no se monta en la planta de AMG en Affalterbach, sino en una línea específica practicada en la fábrica de motores de Mercedes-Benz en Kölleda (Alemania).