Motor 5.0 V8 Supercharged potenciado hasta 550 CV
El Range Rover Sport SVR cuenta con el mismo motor 5.0 V8 Supercharged que también se utiliza en los deportivos Jaguar XKR-S y Jaguar F-Type R Coupé. Es un propulsor derivado del que lleva el Range Rover Sport 5.0 V8 Supercharged (510 CV), aunque convenientemente adaptado para desarrollar 550 CV a 6.500 rpm y un par máximo de 680 Nm entre 2.500 y 5.500 rpm.
Dicho motor V8 a 90º está fabricado enteramente en aluminio, cuenta con 5.000 cm3 de cilindrada y distribución variable continua en sus 32 válvulas. Está alimentado mediante inyección directa de gasolina y un compresor volumétrico “Roots” de doble vórtice, cuyo aire de admisión llega enfriado mediante dos “intercooler” que tienen su propio circuito de refrigeración líquida.
El Range Rover Sport SVR lleva de serie un sistema específico de escape deportivo con doble tramo, que tiene unas válvulas activas que se abren en condiciones de plena carga del motor, permitiendo así un flujo más directo de los gases hacia las cuatro salidas traseras y deleitando a los ocupantes con un sonido más llamativo y deportivo en situaciones de máxima aceleración.
Los cuatro tubos de dicho escape cuentan con una sección de 60 mm de diámetro (en lugar de los 55 mm del propulsor 5.0 V8 S/C con 510 CV) y las válvulas de control electrónico cierran dos de ellos a bajo régimen para refinar la sonoridad y el nivel de confort. A medida que aumenta el régimen del motor (a partir de 3.000 rpm), las válvulas se abren para permitir el completo flujo de escape y un sonido plenamente “racing”.
Además, el corte de inyección no se produce por completo en el momento de levantar el pie del acelerador, lo que provoca un estimulante petardeo en las fases de retención, al mismo tiempo que refrigera las cámaras de combustión.
No obstante, el optimizado rendimiento alcanzado y el empleo de un sistema de arranque y parada automática del motor cuando nos detenemos (“Start & Stop”) ha permitido que el Range Rover Sport SVR de 550 CV mantenga idénticas cifras de consumo medio (12,8 l/100 km) y emisiones contaminantes que la versión 5.0 V8 Supercharged de 510 CV.
Con todo esto, las prestaciones del Range Rover Sport SVR también están a la altura de lo esperado y en la línea de sus rivales directos, acelerando de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y con una velocidad máxima autolimitada electrónicamente a 260 km/h. Tan solo el Porsche Cayenne Turbo S (550 CV y 2.215 kg) le supera levemente en aceleración (0 a 100 km/h en 4,5 s) y velocidad máxima (283 km/h sin ningún tipo de limitación).