Motor bóxer 4.0 con 500 CV de potencia y cambio manual
El Porsche 911 R de la Serie 991 cuenta con un motor de seis cilindros bóxer con 4,0 litros de cilindrada (el mismo que tiene el Porsche 911 GT3 RS). Dicho propulsor con cárter seco cuenta con inyección directa de gasolina “DFI” (con una presión de hasta 200 bar), admisión variable, cuatro válvulas por cilindro y distribución variable “VarioCam”, que modifica de forma continua el cruce de las válvulas de admisión y escape.
En realidad es un motor bóxer 4.0 similar al empleado en el Porsche 911 GT3 RS 4.0 de la anterior generación “997” y desarrolla las mismas cifras de potencia y par máximo, con 500 CV a 8.250 rpm y 460 Nm a 6.250 rpm. El principal cambio se encuentra en que ahora lleva inyección directa de gasolina, aspecto que ha permitido reducir la cifra de consumo medio hasta 13,3 l/100 km (13,8 l/100 km en el anterior 911 GT3 RS 4.0).
Además del ligero incremento de cilindrada respecto al propulsor bóxer 3.8 utilizado en el Porsche 911 GT3 (476 CV), dicha mecánica cuenta también con un buen número de elementos internos aligerados y reforzados, como los cilindros con paredes en aleación de “Alusil” (78% de aluminio y 17% de silicio), los pistones forjados o las bielas de titanio forjadas, mientras que el cigüeñal proviene directamente del Porsche 911 GT3 RSR de competición.
Este propulsor atmosférico tiene una elevada relación de compresión de 13,2 a 1 y desarrolla una potencia específica de 125,1 CV/litro, alcanza un régimen máximo de giro de 8.500 revoluciones por minuto y cuenta con un sistema de escape deportivo con doble tramo, que lleva un silenciador trasero fabricado en titanio. Mediante un botón situado en la consola central, el conductor puede variar su nivel de sonoridad.
El Porsche 911 R lleva de serie los soportes dinámicos del motor “PADM” (“Porsche Active Drivetrain Mounts”), que cuentan con gestión electrónica y modifican su dureza mediante un líquido magnetizable en un campo magnético, aportando la máxima rigidez en los momentos en los cuales está sometido a fuertes apoyos en curva, aceleraciones y frenadas para mitigar las oscilaciones y favorecer así su comportamiento dinámico.
Uno de los detalles diferenciadores en el nuevo Porsche 911 R es que el motor está asociado a una caja manual de seis velocidades (no se ofrece el cambio robotizado “PDK” de doble embrague ni en opción), tratando de aportar una dinámica más “purista” en su conducción.
Como ocurre en el resto de los actuales 911 con cambio manual, el 911 R tiene un dispositivo que realiza la maniobra de “punta-tacón” para suavizar las reducciones (da automáticamente un golpe de gas al bajar marchas) y que se activa al pulsar el botón “Sport” situado en la consola central.
Además, la lista de opciones ofrece un nuevo volante motor monomasa (de baja inercia), que permite obtener una respuesta todavía más inmediata al acelerador y está asociado a un embrague reforzado.
Con todo esto y un coeficiente aerodinámico Cx 0,32, la velocidad máxima declarada en el 911 R es de 323 km/h, siendo todavía más rápido que el 911 GT3 RS (310 km/h con el mismo motor y un Cx 0,34) y el 911 GT3 (315 km/h con 476 CV y Cx 0,33).
La aceleración anunciada de 0 a 100 km/h es de 3,8 segundos y 11,6 segundos de 0 a 200 km/h (3,3 y 10,9 segundos respectivamente en el 911 GT3 RS, favorecido por su cambio robotizado “PDK” de doble embrague y siete velocidades).
El cambio manual también penaliza las cifras de consumo del Porsche 911 R, cuya media homologada es de 13,3 litros/100 km (12,7 l/100 km en el 911 GT3 RS con cambio “PDK”), siendo claramente más elevado que el de un 911 Carrera S Coupé (8,7 l/100 km) o un 911 Turbo Coupé con “PDK” (9,1 l/100 km/h), en buena medida motivado por la supresión del dispositivo “Star & Stop” y el sistema de “navegación a vela” que no lleva el Porsche 911 R.