Motor de 650 CV y chasis puesto a punto para el circuito
El McLaren 650S Sprint monta el mismo motor y caja de cambios que llevan los McLaren 650S Coupé y 650S Spider de serie, pero recibe importantes mejoras en el chasis, así como en la puesta a punto de sus ayudas electrónicas.
El propulsor V8 3.8 Twin-Turbo (denominado “M838T”) está fabricado enteramente en aluminio y cuenta con cárter seco, admisión variable, sistema de distribución variable continua en sus 32 válvulas y dos turbocompresores de alto rendimiento, además de dos intercambiadores de calor (“intercooler”) para refrigerar el aire de admisión. También se han optimizado los equipos de lubricación y refrigeración para adaptarse a la máxima exigencia en circuito.
Con todo esto, desarrolla una potencia de 650 CV a 7.250 rpm y un par máximo de 678 Nm a 6.000 vueltas.
Tampoco hay cambios en la transmisión, compartiendo la caja de cambios secuencial “SSG” con siete velocidades y doble embrague robotizado que llevan las versiones de calle.
El McLaren 650S Sprint mantiene también el chasis activo “PCC” (“ProActive Chassis Control”) que lleva el coche de serie, pero ha sido convenientemente recalibrado en su puesta a punto para adaptarse a las exigencias del circuito y ofrecer una mayor eficacia. Además de contar con reglajes menos flexibles en los amortiguadores y los muelles, la suspensión se ha rebajado en altura, aspecto que permite bajar el centro de gravedad, contener con mayor eficacia las transferencias de peso y optimizar la eficiencia aerodinámica.
También se han realizado ajustes en la puesta a punto del sistema “Break Steer”, ayuda electrónica que frena selectivamente la rueda interior trasera en fases de aceleración para que no se produzca patinamiento (actuando a modo de autoblocante activo), además de ejercer un leve efecto direccional controlado.
Mediante un mando situado en la consola central, el piloto puede seleccionar entre varios modos de conducción que afectan a la dureza de las suspensiones, el funcionamiento de las ayudas electrónicas (control de tracción y estabilidad) y el sistema de aerodinámica activa “McLaren AirBrake”, en donde el alerón trasero activo cambia su incidencia en fases de aceleración y frenada (dicho dispositivo desaparece cuando se monta el alerón trasero fijo opcional).
El equipo de frenos recurre a cuatro discos flotantes ventilados y ranurados (derivados de la competición), con la campana interior en aluminio forjado y el disco exterior en fundición gris (en lugar del material carbono cerámico “CCM” que lleva el coche de calle). Los delanteros tienen 395 mm de diámetro y los traseros 380 mm, contando con pinzas fijas monobloque de seis y cuatro pistones respectivamente en ambos ejes.
Para aprovechar a fondo las mejoras realizadas en el chasis y ofrecer el máximo agarre en circuito, el McLaren 650S Sprint lleva neumáticos “slick” sin dibujo (para asfalto seco) en medida 255/650 R19 delante y 305/690 R19 detrás, que van montados sobre llantas de aleación forjadas de 19” y tienen un sistema de fijación monotuerca para su rápida sustitución.