Motor V12 6.5 con 810 CV de potencia
El enorme capó delantero fabricado en una sola pieza de fibra de carbono se levanta hacia delante para dar acceso al poderoso motor V12 6.5 heredado del Ferrari 812 Superfast.
Pero un modelo tan especial como el Ferrari Monza SP1 / SP2 requería la diferenciación exclusiva que inspira su fabricación en serie limitada y los ingenieros de Ferrari se han encargado de introducir unas mejoras en los conductos de admisión de longitud variable continua, que han permitido incrementar su potencia hasta los 810 CV a 8.500 rpm (800 CV a 8.500 rpm en el 812 Superfast), convirtiéndose así en el Ferrari de calle con el motor V12 atmosférico más potente fabricado hasta la fecha.
Dicho propulsor está enteramente fabricado en aluminio, tiene inyección directa de gasolina con triple inyección y encendido “multi spark” (con tres sucesivas chispas de las bujías con diferente intensidad y duración) y lleva un sistema de distribución variable encargado de mover las 48 válvulas de admisión y escape.
Una particularidad del sistema de inyección es que puede trabajar a elevadas presiones de hasta 350 bar, lo que permite optimizar la nebulización del combustible en el interior de los cilindros para mejorar el rendimiento y reducir las emisiones contaminantes.
Con todo esto, el propulsor V12 6.5 del Ferrari Monza SP1 / SP2 es capaz de alcanzar un régimen máximo de 8.900 rpm y ofrece una elevada potencia específica de 124,7 CV/litro, además de desarrollar un imponente par motor de 719 Nm a 7.000 rpm.
Gracias a la configuración abierta del Ferrari Monza SP1 / SP2, el sonido del motor V12 es todavía más evidente para los pasajeros, que aprecian en mayor medida la emocionante percepción sonora de la aspiración y el escape.
El cambio de doble embrague automatizado “F1 DCT” con siete velocidades permite extraer todo el potencial al propulsor 6.5 V12, con la posibilidad de funcionamiento completamente automático o accionamiento completamente manual, mediante las levas secuenciales situadas fijas en la columna de dirección.
Con toda la potencia reenviada al eje posterior, la capacidad de tracción del Ferrari Monza SP1 / SP2 se ha optimizado con el diferencial autoblocante electrónico “E-Diff3”, que realiza un control de par vectorial en las ruedas traseras para generar un ligero efecto de guiñada que incrementa la agilidad de conducción en curva.