Motor V6 y 400 CV de potencia con cambio secuencial
El Alpine A110-50 lleva el mismo propulsor V6 empleado por Renault Sport en su Mégane Trophy de carreras. Dicho motor “Renault V4Y” de 3,5 litros de cilindrada, cárter semi-seco y 24 válvulas está situado en disposición longitudinal, centrado entre el habitáculo y el eje trasero.
Solo hay que escucharlo para darse cuenta que es un motor afinado para la competición, de escasa inercia en sus elementos internos y bien aligerado en los principales componentes mecánicos, con pistones, bielas, cigüeñal y árboles de levas específicos, además de un sistema de escape desarrollado para este modelo. También se ha optimizado su sistema de alimentación, con mejoras en la admisión, la inyección, la distribución y su gestión electrónica (“Magneti-Marelli Marvell 6R”).
Con todo esto, desarrolla una potencia de 400 CV a 7.200 rpm (114,35 CV/litro) y un par máximo de 422 Nm a 6.200 rpm, encontrando el corte de inyección a 7.500 vueltas.
La transmisión también proviene de la competición y del Mégane Trophy V6. Es un cambio secuencial de seis marchas con dientes rectos, desarrollado por los especialistas de “SADEV”. El accionamiento de su embrague bi-disco cerámico está robotizado y el piloto selecciona las marchas mediante las levas de cambio situadas detrás del volante. Dicha caja está montada longitudinalmente por detrás del motor (encima del eje trasero) e incorpora un diferencial autoblocante (de discos y rampas) con precarga ajustable.