Mucha potencia y cambios en la suspensión y los frenos
En realidad, en Audi no han hecho nada más que aprovechar el motor 3.0 BiTDI que ya utilizan en otros modelos de la gama (A6 y A7 Sportback), un propulsor V6 de 2.967 cm3 con inyección directa, conducto común, admisión y distribución variable, doble turbocompresor que trabaja en serie (el más pequeño a bajas vueltas y el más grande a regímenes elevados) e intercooler. Con todo esto, el nuevo Audi SQ5 TDI ofrece 313 CV entre 3.900 y 4.500 rpm, además de un par máximo de 650 Nm entre 1.450 y 2.800 vueltas.
También cuenta con un sistema de escape que tiene doble conducto y un actuador que permite modificar el sonido del motor. De esta forma, el conductor puede seleccionar entre un tono más atenuado y otro más deportivo.
Para optimizar las cifras de consumo se ha introducido una bomba de presión de aceite variable, un sistema “start & stop” (que para y arranca el motor automáticamente al detenernos) y un mecanismo de asistencia electromecánica para la dirección (variable en función de la velocidad), consiguiendo así un consumo medio homologado de 6,8 l/100 km.
La transmisión está encomendada a una caja automática “Tiptronic” de ocho velocidades (con convertidor de par) y su tracción total “quattro” cuenta con un control de guiñada activo que permite incrementar su agilidad en las curvas.
Para primar el buen comportamiento en carretera, Audi ha introducido en la suspensión del SQ5 TDI unos amortiguadores y muelles de menor flexibilidad, que reducen la altura de la carrocería 30 mm, mientras que el equipo de frenos se confía a discos ventilados de mayor diámetro y pinzas fijas en el eje delantero (pintadas en negro y con el anagrama “SQ5”).
Como otras versiones de la gama Q5, esta variante de filosofía deportiva puede llevar opcionalmente el denominado “Audi drive select”, que mediante un botón situado en la consola central permite al conductor modificar parámetros como la respuesta del motor, el accionamiento del cambio automático, el funcionamiento del sistema de tracción “quattro” o el grado de asistencia de la dirección. En opción se ofrece también el sistema de “dirección dinámica”, que varía de forma activa la desmultiplicación de la cremallera para ofrecer un guiado más rápido y directo.
Está claro que las especificaciones técnicas introducidas en este modelo tratan de primar su buen comportamiento en carretera, algunas de ellas en detrimento de sus cualidades “off road”, como la suspensión rebajada en altura (que limita su altura libre al suelo), el faldón delantero más prominente (que reduce el ángulo de ataque) o las llantas de 20” de diámetro (más expuestas a los golpes si nos movemos por roderas o terrenos agrestes).