Muchas mejoras en el motor bóxer 3.0 biturbo con 450 CV
La octava generación del Porsche 911 se estrena con motores turboalimentados desde el inicio de su comercialización.
Los nuevos Porsche 911 Carrera S / Carrera 4S (Serie 992) cuentan con una evolución del propulsor bóxer 3.0 biturbo (denominado “9A2 evo”) introducido ya en la segunda serie de los anteriores Porsche 911 Carrera S 991 Mk II, que tiene 2.981 centímetros cúbicos repartidos en seis cilindros horizontales y opuestos, distribución variable “VarioCam Plus” (optimiza el momento de apertura de las 24 válvulas y también varía la alzada de las válvulas de admisión), inyección directa de gasolina “DFI” y dos turbocompresores con doble “intercooler” para refrigerar el aire de admisión.
Pero la tecnología siempre exige evolución y la eficacia de dicho propulsor se ha visto mejorada gracias a la introducción de mejoras en la inyección, la admisión, la sobrealimentación y el escape, además de incrementar la relación de compresión hasta un valor de 10,2 a 1 (10,0 a 1 en los anteriores modelos).
El sistema de aspiración ha sido rediseñado casi por completo para la turboalimentación del evolucionado motor bóxer de seis cilindros, que ahora cuenta con nuevos inyectores piezoeléctricos (por primera vez en un 911) que trabajan a presiones de hasta 200 bar.
Las válvulas piezoeléctricas se abren y cierran con mayor rapidez que los componentes de accionamiento electromagnético utilizados anteriormente, permitiendo realizar hasta cinco inyecciones por ciclo para mejorar la eficiencia. Además, el inyector se abre hacia el exterior, solución que distribuye mejor el combustible en la cámara de combustión y aporta una pulverización del combustible aún más fina.
Los dos nuevos turbocombresores tienen la carcasa construida en fundición de hierro, han crecido en su tamaño y los rotores de la turbina y el compresor giran ahora en sentido opuesto. El rotor de la turbina tiene un nuevo diámetro de 48 mm y el rotor del compresor 55 mm (45 y 51 mm respectivamente en los turbocompresores de los anteriores Carrera S / Carrera 4S Serie 991 Mk II), alcanzando una presión máxima de sobrealimentación de 1,2 bar (2,2 bar de presión máxima efectiva).
Los aligerados colectores de fundición de nuevo desarrollo y las carcasas de turbina adaptadas han permitido mejorar las condiciones de flujo y el rendimiento de los turbocompresores, que reciben, además, un nuevo control eléctrico de las válvulas de descarga (en lugar de la anterior regulación mediante presión negativa).
También ha sido completamente rediseñado el sistema de refrigeración del aire de admisión, que ahora tiene posicionados los dos “intercooler” bajo la parrilla del capó trasero (antes estaban situados detrás de los guardabarros posteriores) y han crecido un 14 % en tamaño. El nuevo posicionamiento ha optimizado la entrada y salida del aire en ambos radiadores refrigerantes, mejorando así su rendimiento.
El sistema de distribución variable “VarioCam Plus” recibe, por primera vez, unos árboles de levas asimétricos en las válvulas de admisión. Hasta ahora, la alzada máxima de las dos válvulas de admisión de cada cilindro era de 3,6 mm pero, en el nuevo motor, alcanzan una alzada de 2,0 y 4,5 mm respectivamente en carga parcial. Cuando el sistema de distribución variable conmuta la carrera completa, ambas válvulas de admisión se vuelven a abrir con la alzada paralela.
Con todo esto, el evolucionado motor bóxer 3.0 biturbo de los nuevos Porsche 911 Carrera S / Carrera 4S (Serie 992) ha situado la potencia máxima en 450 CV a 6.500 rpm, alcanza una potencia específica de 151 CV/litro y desarrolla un par máximo de 530 Nm entre 2.300 y 5.000 rpm (420 CV, 141 CV/litro y 500 Nm respectivamente en el anterior Carrera S / Carrera 4S Serie 991 Mk II), encontrando el corte de inyección a 7.500 rpm.
Además, para rebajar los niveles contaminantes y superar la exigente normativa de emisiones “Euro 6d-Temp” (“EU6 BG”), el propulsor turboalimentado recibe un nuevo filtro de partículas de gasolina “GPF” (“Gasoline Particulate Filter”) y todas las mejoras han permitido situar las emisiones de CO2 del Porsche 911 Carrera S Coupé PDK en un valor de 205 gr/km (174 gr/km en el anterior modelo).
El remate sensitivo lo marca un sistema de escape completamente rediseñado, que cuenta con válvulas de control electrónico que modifican su apertura de forma variable para obtener una sonoridad moderada a bajo régimen e incrementar el nivel sonoro conforme aumenta la solicitud de potencia o también si pulsamos un comando específico, integrado ahora en la pantalla central de manejo táctil.
La lista de opciones mantiene también un sistema de escape deportivo con un nivel acústico aún superior, que se diferencia exteriormente por tener dos grandes colas de escape con forma ligeramente ovalada (inspirado en las salidas de escape del anterior Porsche 911 GT2 RS Serie 991) que pueden estar acabadas en acero inoxidable o en color negro (en opción), mientras que el escape de serie se distingue por sus cuatro salidas posteriores.