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Niki Lauda vs James Hunt. I parte

Un relato de El Abuelete del M3 - 17 septiembre 2013

Nace el Ferrari 312 T (1975)

Después de un 1974 en el que, más que ganar Emerson Fittipaldi el campeonato, lo había perdido Clay Regazzoni (que había sido más regular en las carreras), en Maranello dedican todo el invierno a trabajar en el desarrollo de su nueva creación para la temporada 1975, el Ferrari 312 T.

El ingeniero Mauro Forghieri había decidido colocar el conjunto del cambio en posición transversal (de ahí la denominación “T” del modelo), consiguiendo con ello un reparto de pesos muy equilibrado y reducir las inercias, al no llevar masas suspendidas por detrás del eje posterior.

Su motor 3.0 de 12 cilindros horizontales opuestos (bóxer) desarrollaba 495 CV a 12.200 rpm y sería durante varios años el propulsor de referencia, emitiendo un estridente aullido que permitía reconocerlo a todos los aficionados.

Con todo esto y el excelente trabajo de desarrollo realizado por Niki Lauda durante la pretemporada, el nuevo Ferrari 312 T es muy fiable y se adaptaba bien a cualquier trazado, en circuitos rápidos o urbanos, sobre seco o mojado…

Pese a que aún desconocían que la nueva joya mecánica les había de proporcionar 7 títulos del mundo en los próximos 5 años, el ambiente que se respiraba en Ferrari era muy optimista. Este año debería ser el de Lauda, ¡¡sólo Lauda!!

Sin embargo, el comienzo no pudo ser más complicado. Pese a los esfuerzos realizados, el nuevo 312 T no estaría listo para las dos primeras carreras de la temporada (GP de Argentina y Brasil) y tendrían que afrontarlas con los 312 B3/74 del año anterior.

Ya en el GP de Sudáfrica (Kyalami), Ferrari presenta su nuevo 312 T y causa sensación por su geometría y decoración. Le habían pintado la toma de aire vertical de color blanco con el propósito de facilitar su identificación en las trasmisiones de televisión, que todavía se realizaban en muchas ocasiones en blanco y negro.

Pero el coche aún no está afinado en su puesta a punto y, en consecuencia, gana el sudafricano Jody Schekter (Tyrrell-Ford 007). Lauda finaliza en el quinto puesto pero, tras la carrera, comenta a los medios que el nuevo Ferrari es una joya maravillosa.

James Hunt, por su parte, se mantiene por tercer año consecutivo dentro del “modesto” equipo Hesketh Racing (perteneciente al excéntrico Lord Hesketh). El monoplaza desarrollado por Harvey Postlethwaite (Hesketh 308) resultó ya brillante en la temporada anterior y la nueva evolución (Hesketh-Ford 308 B) permite a Hunt subirse al segundo escalón del podio ya en la primera carrera de la temporada 1975 (GP de Argentina).

En Hesketh Racing le tratan bien y Hunt se siente a gusto, pilotando su monoplaza sin presión y con el convencimiento de poder luchar contra los pilotos consagrados. El británico comenzaría ya a flirtear con las primeras posición en todos los Grandes Premios.