Niki Lauda vs James Hunt. El desenlace
La victoria de James Hunt en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de 1976 marca el punto álgido de su carrera. Disfruta de su éxito y somete a sus patronos de McLaren a compensar con creces los ahorros iniciales en su contratación.
El duelo con Niki Lauda también perdía intensidad. Ya era Campeón del Mundo y, ahora, buscaba otras metas. Amante de la buena vida, fumador, bebedor y mujeriego empedernido, James Hunt no había tenido ningún reparo en demostrar su afición por las señoritas, colocando en su llegada a la Fórmula 1 un explicito parche sobre su mono de carreras: “SEX Breakfast of Champions” (“Sexo desayuno de los Campeones”).
La temporada de 1977 la completaba en McLaren con tres victorias (Gran Bretaña, EEUU y Japón) y una discreta quinta posición final en el Mundial, aunque protagonizaría una temporada todavía más gris en 1978 con el McLaren-Ford M26, en la que finalizaba en la décimo tercera posición final tras abandonar en diez de las dieciséis carreras disputadas.
Al acabar la temporada 1978, James Hunt abandonaba el equipo McLaren y firmaba con el equipo Wolf Racing para 1979, tras rechazar una oferta de Enzo Ferrari para que pilotara los monoplazas de Maranello.
Quizá fuese la escasa competitividad mostrada por el Wolf-Ford WR8 lo que convenció al antiguo campeón para tomar una decisión que ya se veía venir, su retirada de la competición.
En sintonía con su manera de ser, James Hunt anunciaba en el GP de Mónaco de 1979 (solo siete carreras después de comenzar el campeonato) que esa había sido su última carrera como piloto de Fórmula 1.
Su primera intención fue dedicarse a la agricultura, pero no cuajó su proyecto, así que decidió algún tiempo después regresar a la Fórmula 1, aunque ya como comentarista para las retransmisiones televisivas de la BBC.
Cuando atrás habían quedado ya los días de disputa feroz con Niki Lauda, la muerte llamó de improviso a la puerta de James Hunt. El 15 de Junio de 1993, a los 46 años de edad, el campeón británico fallecía a consecuencia de un ataque cardíaco.
En cuanto a Niki Lauda, tras su “espantada” en el GP del Japón de 1976, en Italia le consideraron un piloto acabado y sin coraje. Tener que soportar los más duros calificativos le llevó, sin duda, a acelerar el plazo de divorcio con el equipo Ferrari.
Para conseguirlo, le dijo a Enzo Ferrari que tenía en el bolsillo un contrato con McLaren, aunque no era verdad. El ambiente en el seno de Ferrari estaba muy caldeado y, tras una reunión muy tensa en Maranello, deciden que Lauda permanezca en Ferrari, aunque el primer piloto del equipo pasaría a ser el argentino Carlos Reutemann.
Pero Niki Lauda no estaba en absoluto acabado, como demostraría en el Campeonato de 1977, lo único que se había ya roto era su relación con Enzo Ferrari.
Por si fuera poco, su amigo personal, Luca Cordero di Montezemolo, abandona el cargo de Director Deportivo de Ferrari y es sustituido por Daniele Audetto, con el cual la relación no es tan fluida, mientras que la falta de comunicación con su compañero, Carlos Reutemann, crea una situación muy tensa que le lleva a Niki Lauda a querer demostrar desde la primera carrera de la temporada 1977 quién es el verdadero número 1.