Nuevas ayudas electrónicas y “Launch Control”
Como novedad también en las dos décadas de historia de este deportivo, el SRT Viper recibe nuevas ayudas electrónicas a la conducción. Hasta la fecha, uno de los aspectos característicos del modelo era la necesidad de dosificar convenientemente toda la potencia de su motor V10 para que las ruedas no patinaran, al carecer de ningún sistema electrónico que lo impidiera. Esto hacía que el coche fuera más exigente de conducir y requería una mayor atención por parte del conductor, especialmente cuando mermaban las condiciones de adherencia.
Los propios responsables de la marca anunciaron que la tercera generación del Viper contaría con nuevas ayudas electrónicas, para hacerlo más asequible en su conducción y acercarlo aún más a todo tipo de usuarios (la seguridad y facilidad de conducción no está reñida con la deportividad).
Así pues, el SRT Viper lleva un nuevo control de tracción y estabilidad “ESC”, rizando la evolución con un nuevo control de salidas “Launch Control”. Solo hay que engranar la marcha, pulsar el botón correspondiente situado en el volante, acelerar a fondo y soltar el pedal de embrague para que el sistema electrónico se encargue de transmitir al asfalto toda la potencia que sea posible en función de la adherencia, sin pérdidas de tracción, sin necesidad de que el conductor dosifique el acelerador y con la máxima eficacia.
Desde mi punto de vista, la idea de colocar en el volante los mandos de manejo del control de arrancadas y del control de estabilidad no puede haber sido más acertada, al resultar mucho más rápidos de accionar y tener una localización más intuitiva.
El control de tracción y estabilidad del SRT Viper tiene dos opciones de funcionamiento (conectado y desconectado), mientras que las ayudas electrónicas del Viper GTS permiten al conductor seleccionar entre cuatro modos de funcionamiento (“Normal”, “Sport”, “Track” y “Full Off”)
La posición “Normal” es la seleccionada por defecto en el coche, con el control de tracción y estabilidad activos. En la regulación “Sport”, los controles admiten un estilo de conducción más exigente y deportivo, mientras que el modo “Track” aporta una puesta a punto específica para rodar en circuito. En la selección “Full Off”, tanto el control de tracción como el control de estabilidad quedan completamente desactivados.