Paso 7 / Industrialización y fabricación
El proceso de industrialización de un neumático tiene como objetivo la creación de las infraestructuras de producción, los procesos y los equipos necesarios para garantizar el éxito del lanzamiento a gran escala de un nuevo producto.
Una vez establecidos los objetivos iniciales de marketing y completada la fase de verificación del prototipo, el producto inicia una fase de extrapolación de línea. Las nuevas especificaciones se aplican a toda la cartera de tamaños y en la planta se llevan a cabo pruebas individuales de calificación.
Todo esto supone la definición, estandarización e implantación de los procesos de fabricación necesarios para la producción en cada planta de ese neumático en particular, con los mismos estándares de calidad y ofreciendo las mismas prestaciones al consumidor final.
A partir de ese momento, los encargados de planificación respecto a la demanda existente se enfrentarán al reto de predecir y planificar la cantidad, tipos y tamaños de neumático requeridos por el mercado (una marca como Goodyear fabrica al año cifras que superan los 70 millones de unidades).
Como el neumático no es una pieza uniforme de goma, sino que está fabricado con diferentes componentes (entre 10 y 20 componentes con distintas propiedades), el propio proceso de fabricación es una sucesión de diferentes pasos, con operaciones muy específicas. Esto incluye la mezcla de ingredientes en proporciones muy precisas y bajo una serie de condiciones de proceso muy controladas para conseguir los diferentes compuestos de caucho.
Después viene la preparación de los componentes, incluyendo los procesos de creación de calendarios, extrusión y fabricación del talón. Una máquina de ensamblaje reúne todos los componentes y el proceso de vulcanización en el molde da la forma definitiva y las propiedades materiales finales del neumático.
Una vez finalizado el proceso, los neumáticos deben pasar una serie de inspecciones y pruebas para verificar el cumplimiento de los estándares de calidad establecidos. Estas normas de calidad no se establecen sólo internamente sino que también están diseñadas para cumplir con la calidad externa y las normas ambientales, tales como QS9000 o ISO/TS16949. A la cabeza de las certificaciones de calidad, la compañía se centra en los altos estándares ambientales tanto a nivel local como global, optimizando el uso de la energía en todas sus instalaciones, reduciendo el uso de materiales y limitando el impacto ambiental global de sus productos.