Puesta a punto con estándares de competición
Ferrari ha dotado a su nuevo súper deportivo con tecnología de última generación y LaFerrari cuenta con una puesta a punto del chasis que tiene estándares prácticamente de competición.
Las suspensiones están configuradas con dobles triángulos superpuestos en el eje delantero y un esquema multibrazo en el eje trasero, trabajando con muelles helicoidales de titanio (desarrollados por los especialistas de CIMA S.p.A.) y amortiguadores telescópicos de dureza variable “SCM-E”. Dichos amortiguadores de control magnetoreológico permiten al conductor cambiar su reglaje pulsando un botón situado en el volante.
Al dar gas a la salida de las curvas, el control de tracción “EF1-Trac” supervisa constantemente las posibles pérdidas de motricidad en el eje posterior y distribuye el par de forma eficaz entre las ruedas traseras mediante el diferencial de control electrónico de tercera generación “E-Diff 3”. Al mismo tiempo, el sistema “HY-KERS” se encarga de convertir las posibles pérdidas de tracción en energía que recarga el conjunto de baterías, generando así un eficaz círculo en el cual sale beneficiado el coche en todos los aspectos.
El equipo de frenos de LaFerrari está desarrollado por los especialistas de Brembo y cuenta con cuatro discos flotantes que tienen la campana interior en aluminio y el disco de fricción en material carbono cerámico “CCM”. Ventilados y perforados, su tamaño es digno de un coche de competición, con 398 x 36 mm delante (diámetro x espesor) y 380 x 34 mm detrás.
Pero el aspecto quizá más destacable son sus nuevas pinzas fijas “Extrema” de última generación. Dichas mordazas monobloque fabricadas en aluminio tienen seis pistones delante y cuatro pistones detrás y la particularidad de contar con una estructura aligerada que reduce las masas no suspendidas (en torno a 3 kilogramos) y permite refrigerar con mayor eficacia todo el equipo (pastillas, discos y líquido de frenos). Otra novedad es que las pinzas traseras llevan integrado el dispositivo de freno de estacionamiento (eléctrico), lo que ha permitido prescindir de unas pinzas adicionales para tal cometido (reduciendo así el peso). Cada una de las pinzas (delanteras y traseras) lleva pistones de diámetro diferente, para asegurar así una frenada más equilibrada y un desgaste uniforme de las pastillas.
Con todo esto, en Ferrari anuncian que LaFerrari necesita 30 metros menos que el Ferrari Enzo para detenerse desde 200 km/h, lo que supone una capacidad de deceleración un 15% superior, además de reducir la temperatura del líquido de frenos en 30º.
Los neumáticos también han sido desarrollados específicamente por Pirelli para LaFerrari, que monta cuatro PZero en medida 265/30 R19 delante y 345/30 R20 detrás. Trabajando conjuntamente con el chasis monocasco, la suspensión regulable y la aerodinámica activa, el nuevo súper deportivo de Maranello aguanta un 20% más de aceleración lateral que su predecesor (el Ferrari Enzo) y ofrece una respuesta de dirección un 30% más rápida, según comunican en Ferrari.
Mediante un botón situado en la consola central, también se puede elevar unos centímetros la altura de la suspensión a baja velocidad, para ofrecer así una mayor accesibilidad en zonas donde haya rampas o desniveles (por ejemplo un parking subterráneo).