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Audi R8 Spyder 4.2 FSI quattro R tronic

Escrito por: Víctor M. Fernández - 15 junio 2012

Pura precisión al volante

El Audi R8 Spyder es un coche que hace prácticamente todo, lo hace todo bien y “perdona” un buen número de los errores que pueda cometer el conductor. Es eficaz, fácil de conducir y muy divertido en líneas generales. En cualquier caso, esto no quiere decir que no exija atención al volante, especialmente cuando queremos exprimir a fondo todo el potencial que desarrolla su motor V8.

A pesar de su “desafiante” imagen deportiva, el R8 permite conducirlo con docilidad en toda circunstancia y resulta hasta razonablemente cómodo en el uso cotidiano. Pero también permite satisfacer plenamente al señor “Hyde” que todos llevamos dentro.

En conducción a fondo es donde muestra verdaderamente de lo que es capaz a nivel dinámico y transmite al conductor todas las reacciones con absoluta fidelidad. El morro entra por donde marcamos con el volante y el eje trasero redondea los giros para permitirnos inscribir el coche con la máxima precisión y eficacia. Pero, lo mejor es que dichas reacciones son tan rápidas como progresivas, aspectos que inciden en la eficacia del coche y también en su facilidad para conducirlo con precisión por donde queremos.

Las ayudas electrónicas (control de tracción y estabilidad) tienen además una puesta a punto adecuada y nos permiten realizar una conducción plenamente deportiva sin intromisiones inadecuadas. Aquellos que vayan a rodar en circuito o quieran extraer unas reacciones aún más vivas del eje trasero pueden seleccionar el modo “ESP Sport”, que amplia el umbral de deslizamiento de las ruedas antes de entrar en acción los controles electrónicos, permitiendo así experimentar un marcado sobreviraje si aceleramos con decisión a la salida de las curvas. Pulsando durante varios segundos el botón “ESP OFF” (situado en la consola central) desactivamos por completo dichas ayudas electrónicas y, todo el empuje de sus 430 CV, quedará al criterio de nuestra buena capacidad para dosificar el acelerador.

Para los que no lo tengan todo bien “claro”, mi consejo es que nunca lleguen a desactivar por completo los controles ya que, en el modo “ESP Sport”, tendrán todo lo que necesitan para realizar una conducción a fondo sin que se les acabe “amontonando” tanta potencia. Y los que tengan muchas “manos” y sepan “atar en corto” toda la caballería… podrán disfrutar al máximo con espectaculares derrapadas, “fáciles” de alargar tanto como queramos (a pesar de la tracción total “quattro”).