Rehaciendo la mecánica
Tras más de siete meses de trabajo, había llegado el momento de meterse en profundidad con la parte mecánica. Se desmontan por completo los puentes delantero y trasero para sustituir los amortiguadores y los muelles, todos los casquillos de la suspensión (“silent blocks”), rodamientos y retenes, además de limpiar y zincar la tornillería y pintar todas las piezas con clorocaucho de color negro (elemento protector).
Una vez montados ambos ejes se pasó a la restauración de todo el equipo de frenos. Se rectificaron los tambores de las cuatro ruedas (los delanteros de aluminio y los traseros de acero), se cambiaron las zapatas, los bombines y el cable del freno de mano, además de instalar una nueva bomba de freno y de servofreno.
También se reconstruyó por completo el sistema direccional. Tras desmontar la caja de dirección se pusieron nuevos retenes, rodamientos, bolas del tornillo sin fin y lubricante. También se cambiaron todas las rótulas de la dirección (8 en total) y el amortiguador de compensación de la dirección.
La transmisión fue el siguiente mecanismo remozado y se despiezó por completo la caja de cambios, el árbol de transmisión y el diferencial. En el primero de los elementos se sustituyeron los retenes y los rodamientos, además de revisar toda la piñonería y el flector de salida de la transmisión.
El diferencial se limpió, revisó y engrasó convenientemente, mientras que en el árbol de transmisión se pusieron crucetas nuevas y fue sustituido el rodamiento central oscilante (la transmisión consta de dos piezas unidas por dicho rodamiento central).
También fue sustituido el equipo de embrague, con nuevo disco, plato de presión y collarín.