Reparto activo de la tracción total “PTM”
Los Porsche 911 Targa 4 y Targa 4S cuentan con un sistema de tracción a las cuatro ruedas en donde el eje delantero y trasero están conectados mecánicamente mediante un embrague multidisco de control electrónico. Dicho dispositivo ya se ha utilizado con éxito en la anterior generación del 911 (Tipo 997), en sustitución del habitual diferencial central viscoso (menos efectivo) empleado hasta ese momento.
La marca alemana denomina su sistema de tracción total como “PTM” (“Porsche Traction Management”) y engloba también el frenado electrónico del diferencial trasero “ABD” y el control de tracción “ASR”.
Todos los dispositivos del “PTM” (“Gestión de Tracción Porsche”) trabajan conjuntamente para obtener no solo una mayor capacidad de tracción, sino también una mayor agilidad de reacciones. Los numerosos sensores analizan las aceleraciones longitudinales y transversales, la velocidad de giro de las cuatro ruedas y el ángulo de guiñada, entre otras muchas cosas. De esta forma, la gestión electrónica decide en escasos milisegundos cómo deben trabajar los distintos dispositivos para obtener la máxima eficacia.
Cuando se produce el patinamiento de las ruedas traseras, el embrague multidisco se encarga de repartir mayor par motriz a las ruedas delanteras de forma activa. No hay por tanto un reparto de tracción establecido, aunque sigue predominando la propulsión de las ruedas traseras sobre la tracción de las delanteras, para mantener de esa manera unas reacciones más “deportivas”.
El “ABD” actúa a modo de autoblocante y se encarga de evitar pérdidas de tracción en el eje trasero, frenando de forma selectiva la rueda interior de la curva para impedir su patinamiento, mientras que el “ASR” controla la entrega de potencia del motor de forma activa en función de la adherencia, para controlar las pérdidas de tracción en fases de aceleración.