Segundo título de Campeón del Mundo
La temporada de 1954 prosigue y, tanto Juan Manuel Fangio, como Froilán González, se van a enfrentar en el Gran Premio de Italia, disputado en el circuito de Monza. También estarán en la cita Ascari, ídolo de los italianos y su compañero de equipo, el inglés Mike Hawthorn.
Mercedes, pese a la preferencia del piloto argentino, decide llevar a Monza dos “flecha de plata” W196 carenados, uno para Fangio y otro para su compañero Karl Kling. En Ferrari, como siempre, confían en Alberto Ascari, José Froilán González y también pretenden ofrecer resistencia al equipo alemán con Maurice Trintignant.
Durante las primeras vueltas Fangio y Ascari conducen con cierta precaución, conservando los motores, y Stirling Moss aprovecha para adelantar a ambos a bordo de su Maserati. Ascari se pega como una lapa al piloto británico y, 10 vueltas más tarde, logra adelantar a Moss, provocando el delirio de sus seguidores. Sin embargo, Ascari pronto rompe el motor de su Ferrari y Froilán González, que se había tenido que retirar con problemas, sube al coche de otro compañero (Umberto Maglioli) tratando de mantenerse en la disputa, aunque sus rivales ya son inalcanzables.
A doce vueltas del final, Stirling Moss debe parar brevemente en boxes para reparar una fuga de aceite. Con gran esfuerzo, el joven británico vuelve a adelantar a Fangio en su retorno a la carrera. Pero, en la última vuelta, se rompe el motor de su Maserati y debe empujar el coche para traspasar la línea de meta.
El jefe del equipo Mercedes, Alfred Neubauer, felicita deportivamente a Moss por su gran carrera. Por primera vez, la suerte caprichosa favorece a Fangio, siendo Stirling Moss el vencedor moral. Con la cara totalmente manchada de aceite, sudor y polvo, Fangio celebra al volante del Mercedes W196 su segundo título de Campeón del Mundo de Fórmula 1.