Selección de numerosos reglajes desde el volante y la consola central
El Mercedes-AMG GT Black Series recibe todos los cambios estilísticos introducidos en la Gama AMG GT a finales de 2018, con nuevo diseño en los mandos de control de la consola central (ahora con teclas visualizadoras con tecnología “TFT” en color) y nuevos mandos “AMG” de reglaje mecánico integrados en el volante “AMG Performance” (también con visualizadores en color), además de los distintos mandos multifunción “Touch Control” para el manejo del equipo de audio, los menús de la pantalla de instrumentación, el teléfono manos libres, el control de órdenes mediante voz, el programador/limitador del control automático de velocidad y el equipo multimedia.
Ahora, el conductor puede seleccionar los modos de conducción (“AMG Dynamic Select”) mediante dos posibles mandos, uno ubicado en la consola central (botón de movimiento secuencial) y otro integrado en el volante (rueda giratoria), con los que puede elegir entre los seis programas disponibles, denominados “Slippery” (“Deslizante”), “Individual”, “Confort”, “Sport”, “Sport Plus” y “Race” (“Carrera”).
Dichos ajustes adaptan la respuesta del motor, el accionamiento del cambio robotizado, el trabajo de los soportes dinámicos del motor y la caja de cambios, el funcionamiento de las ayudas electrónicas, el grado de asistencia de la dirección, el reglaje de la amortiguación, el bloqueo electrónico del diferencial activo y el sonido de su sistema de escape deportivo “AMG Performance”.
Además de estos programas de conducción ya preconfigurados, el conductor puede seleccionar individualmente el ajuste de los principales elementos mecánicos configurables, mediante los nuevos conmutadores “AMG” del volante y los mandos situados en la consola central, pudiendo elegir a su antojo entre tres programas de respuesta del motor (“Normal”, “Dynamic” y “Race”), tres programas de cambio (automático “D”, automático sport “S” y manual “M”), cuatro programas de funcionamiento del diferencial trasero activo (“Basic”, “Advanced”, “Pro” y “Master”), tres programas de flexibilidad de la amortiguación (“Confort”, “Sport” y “Sport Plus”) y tres ajustes del control de estabilidad (“ESP On”, “ESP Sport Handling Mode” y “ESP Off”).
Otros dos botones específicos de la consola central permiten también ajustar independientemente el reglaje del alerón trasero activo y el sonido variable del escape deportivo (“Balanced” y “Powerful”), con el que se abren automáticamente unas mariposas situadas en el silencioso trasero que permiten escuchar el motor con más contundencia todavía.
Otro de los elementos destacables del Mercedes-AMG GT Black Series es el “AMG Traction Control”, un control de tracción avanzado (estrenado ya en el AMG GT R) que permite al conductor ajustar el umbral de deslizamiento de las ruedas traseras en las fases de aceleración, funcionando de manera independiente del control de estabilidad.
Dicho control de tracción avanzado, derivado del utilizado en el Mercedes-AMG GT3 de competición, afecta exclusivamente al resbalamiento de las ruedas traseras motrices y está concebido para su uso en circuito, requiriendo la desconexión del control de estabilidad (“ESP Off”) para su activación (evitando así el conflicto de funcionamiento con el control de tracción y el control de estabilidad electrónicos).
El “AMG Traction Control” ofrece nueve niveles de ajuste que van incrementando el umbral de deslizamiento de las ruedas motrices en aceleración (hasta llegar a su desconexión absoluta) y trabaja conjuntamente con el diferencial trasero activo para ofrecer la máxima capacidad de tracción en todo tipo de condiciones y nivel de adherencia (seco y lluvia).
Como en el coche de carreras, este control de tracción avanzado permite la selección de los distintos niveles mediante una ruedecilla giratoria situada debajo de las salidas de ventilación centrales, diseñada específicamente para su fácil accionamiento, incluso cuando el piloto lleva guantes en circuito.
El “nivel 1” está programado para conducir sobre asfalto mojado con la máxima eficacia y seguridad, mientras que el “nivel 9” anula por completo la intervención del control de tracción, siendo el piloto el encargado de dosificar el acelerador con la máxima precisión.
Teniendo en cuenta el nivel seleccionado, los sensores del control de tracción del Mercedes AMG GT Black Series analizan en milisegundos el deslizamiento máximo admisible en función de la adherencia, para que el “AMG Traction Control” module con precisión la potencia que va a transmitir el motor hacia el eje trasero y el grado de bloqueo electrónico del diferencial activo, ofreciendo así la máxima eficacia al acelerar.
Así pues, el sistema tan solo requiere cierta sensibilidad por parte del piloto para seleccionar el nivel adecuado en cada momento, porque del resto se encarga el control de tracción, para disfrutar de la máxima eficacia sin comprometer la seguridad a la hora de gestionar sus 730 CV de potencia y 800 Nm de par máximo.
Como ocurre en el Mercedes AMG GT3 de carreras, el ajuste seleccionado del “AMG Traction Control” se muestra mediante una banda luminosa de puntos “LED” en torno al mando giratorio, aunque también aparece un gráfico en la pantalla en color del cuadro de instrumentación.